Italia permite reservar la vacuna sin límite de edad a partir de los 12 años
● El país pretende dar un impulso a la campaña y prepararse para el nuevo curso escolar ● Biden anuncia que EEUU compartirá 25 millones de dosis con América, Asia y África
Italia permite desde ayer reservar la vacuna contra el Covid-19 sin límite de edad y a partir de los 12 años para dar un impulso a la campaña y prepararse para el nuevo curso escolar, aunque sólo cuatro regiones comenzarán a hacerlo inmediatamente.
La apertura de la campaña de las vacunas sin límite de edad muestra diferencias de región a región, pues algunas han decidido esperar aún y concentrarse en los mayores de 18 años, mientras que en otras como Lombardia, cuya capital es Milán, Veneto, Campania y Calabria, comenzaron ayer a aceptar reservas a partir de 12 años.
En la región del Lacio, cuya capital es Roma, las reservas para los menores de 18 años se realizarán próximamente a través de los pediatras.
En otras regiones, como Toscana, podrán reservar su vacuna los mayores de 16 años a partir del 7 de junio.
Por otra parte, continúa en el país la vacunación de los estudiantes que afrontarán el 16 de junio el examen de selectividad.
Hasta ayer se habían vacunado en Italia 35.817.595 personas mientras que habían completado el ciclo 12.397.459, lo que supone el 12% de la población mayor de 12 años, según los datos del Ministerio de Sanidad.
El Gobierno también estudia estos días si cambiar las actuales medidas anticontagio en los restaurantes, sobre todo ampliando la posibilidad de que se sienten más comensales en una sola mesa, ya que actualmente se permiten sólo cuatro del mismo núcleo familiar.
Por su parte, los primeros 25 millones de vacunas que EEUU compartirá con otros países irán destinados a varias regiones, incluyendo 6 millones de dosis para Centroamérica y Sudamérica.
Así lo anunció el presidente norteamericano, Joe Biden, en un comunicado en el que explicó que al menos el 75% de estas dosis, casi 19 millones, se repartirán a través de la iniciativa Covax, el esfuerzo respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para comprar y distribuir vacunas a países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, 7 millones de vacunas se destinarán a Asia, 5 millones a África y otros 6 millones para países socios de la nación estadounidense.
“Mientras esta pandemia se prolongue en cualquier parte del mundo, el pueblo estadounidense seguirá siendo vulnerable; y EEUU está comprometido a brindar la misma urgencia a los esfuerzos internacionales de vacunación que hemos demostrado en casa”, argumentó Biden en la nota, en la que aseguró que EEUU no comparte estas dosis “para obtener favores ni concesiones”, sino que lo hace para salvar vidas y “liderar el mundo para poner fin a la pandemia”.
Ésta será la primera vez que EEUU comparte con el resto del mundo las vacunas aprobadas para uso interno –las de Moderna, Pfizer y Johnson&Johnson–, ya que anteriormente había anunciado el envío entre mayo y junio de 60 millones de dosis de
Astrazeneca, que aún no ha recibido el visto bueno de los reguladores estadounidenses
Estos 25 millones de dosis forman parte de los 80 millones de vacunas que EEUU pretende compartir con otros países en las próximas semanas.
Existe una gran desigualdad en la distribución de vacunas en el mundo, donde contrasta por ejemplo la abundancia de EEUU con la escasez de la India, convertida ahora en epicentro de la pandemia.
En concreto, el 87% de las inoculaciones han sido administradas en países con ingresos altos y medios, mientras que las naciones empobrecidas han recibido sólo el 0,2%, según datos de abril de la OMS.
De hecho, Oxfam Intermón denuncia que, al ritmo de vacunación actual, los países de renta
De seguir al ritmo actual, los países de renta baja tardarán 57 años en vacunar a su población
baja tardarán 57 años en vacunar a toda su población, mientras que los países ricos podrían tener a toda su población vacunada el 8 de enero de 2022.
La Alianza People’s Vaccine, formada por la Health Justice Initiative, Oxfam y Onusida, ha publicado nuevas estimaciones según las cuales el mes pasado las personas que viven en países del G-7 tenían 77 veces más posibilidades de recibir una vacuna que las que viven en países más pobres.