El pasado del PP se interpone de nuevo en el camino de Casado
El pasado del PP vuelve a interponerse esta semana en el camino de Pablo Casado, que ha visto cómo la imputación de la ex secretaria general Dolores de Cospedal ha obstaculizado sus mensajes de cambio de ciclo en España.
La euforia que se vivía en las filas del PP, que lidera en las encuestas y ha encabezado las críticas al Gobierno a raíz de los indultos del procés o la crisis con Marruecos, ha dado paso, de nuevo, a los silencios y la elusión de explicaciones sobre el pasado.
No respondió Casado a cómo afectará la imputación de Cospedal por presuntos delitos de cohecho, malversación y tráfico de inf luencias por su presunta implicación en el espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas y tampoco explicó por qué el PP no le ha abierto expediente informativo.
La gravedad de la imputación de Cospedal la marca la talla del personaje: una década como número dos del PP y la persona que fue clave en la llegada de Casado a la presidencia del PP.
Su imputación tiene consecuencias inmediatas. Hace presente un pasado que Casado buscaba dejar atrás y que había logrado orillar gracias al éxito de Ayuso. En el PP varias voces consideran amortizado el escándalo de la corrupción, pero estos casos impiden al PP marcar su estrategia de oposición.
El bloqueo se puede extender en el tiempo, después de que el ex comisario José Manuel Villarejo vinculase a Mariano Rajoy con el espionaje. Además, Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, declararán los próximos 29 y 30 ante el juez.