Roglic sentencia con una lección
El esloveno se exhibe con un ataque desde muy lejos junto a Egan Bernal Su valentía halló premio al final
Un grito que le salió del alma a Primoz Roglic (Jumbo Visma) rubricó una histórica lección del esloveno en la cima de Lagos de Covadonga que le permite acercarse de manera definitiva a su tercera Vuelta a España, en una jornada en la que su superioridad le permitió alejar a sus rivales de la general, ahora con Enric Mas y Miguel Ángel López (Movistar), en el podio provisional.
Impresionante la demostración de ambición y fuerza de Roglic, respondiendo al ataque lejano de Egan Bernal a 60 de meta y luego descolgando al colombiano en el ascenso a los Lagos, donde su exhibición en solitario, bajo la lluvia, fue gloriosa. Entró en la meta a lo grande, lanzando un grito en aquel elevado paraíso, como vencedor de la decimoséptima, con un recorrido de 185,8 km con 4 puertos de montaña.
Roglic (Trbovlje, 31 años), ganador de las 2 últimas ediciones, recuperó la roja para siempre. Entró en la meta con una ventaja de 1:35 minutos sobre un grupo con su compañero Sepp Kuus, que fue segundo, Miguel Ángel López, Adam Yates, Jack Haig y Egan Bernal, éste último protagonista de la escapada junto a Roglic, finalmente cazado a 2 de meta.
Vuelco en la general. El sueño del noruego Eiking pronto se acabó, algo previsto. La roja vuelve a las espaldas de Roglic, quien afrontará el último examen en el Gamoniteiru con 2.22 minutos sobre Enric Mas y 3.11 respecto a Miguel Ángel López, nuevos inquilinos del podio.
En el primer paso por La Collada de Llomena, un puerto de primera inédito y exigente con 7,6 kms al 9,3% y pendientes del 14 muchos lo intentaron, pero nadie rompió la carrera. Hasta Landa se animó a mover la carrera, pero los líderes tenían señalado este día.
Con lluvia y el asfalto empapado la segunda subida a Llomena fue clave, desatando momentos emocionantes. Para empezar, Eiking se despidió del maillot rojo, Ineos tensó para preparar el despegue de Bernal y el colombiano saltó con los dientes bien apretados a 5 km de la cima y 60 de meta.
Cara de rabia para saldar cuentas pendientes. Bernal optó por un ataque que tuvo respuesta inmediata en Roglic, quien se agarró a su rueda. Ataque de rabia, de romper la banca o arruinarse. El de Zipaquirá lo dijo bien claro, “da lo mismo ser quinto que décimo”.
Los dos favoritos antes de la salida de Burgos en duelo directo, frente a frente, midiendo sus fuerzas y sus ambiciones en el terreno más espectacular posible, en las montañas asturianas, donde cada curva regala un magnífico paisaje. Entre los rivales, López trató de seguir a Bernal y Roglic, pero enseguida tiró la toalla. Enric Mas fue un simple espectador de la maniobra clave de la etapa. Y de la Vuelta.
DOS MONSTRUOS CONTRA EL MUNDO
El resto de los hombres de la general asumieron un papel de resignación y supervivencia, condenados a perseguir sumando fuerzas para evitar males mayores. Los hombres del Bahrain de Haig tomaron el mando.
Antes de coronar Roglic se plantó un periódico en el pecho, y junto a Bernal inició un descenso muy peligroso, siendo ya líder provisional de la Vuelta y con el grupo de Mas, Supermán López y Haig a 1 minuto. Sobresaltos.
Mucho peligro bajo la lluvia. Caídas. Se fueron al suelo el líder noruego Eiking y el ruso Aleksander Vlasov, obligado a la retirada con la clavícula maltrecha. La carretera camino de Cangas de Onís, antesala de la subida a los Lagos, era un escenario de batalla sin cuartel.
El mejor escenario para los mejores corredores. La leyenda de los Lagos de Covadonga esperaba un nombre ilustre en el libro de oro. La victoria estaba delante. Bernal y Roglic pasaron junto a la Santuario de Covadonga con 1.36 minutos sobre el desesperado grupo de Mas, López, Guillaume Martin y Yates, dirigido por Caruso, (Bahrain), el equipo que dio la cara para evitar la catástrofe.
Momento de arremangarse y afrontar el sacrificio de los 12,5 kilómetros hasta el paraíso que presiden los lagos Enol y Ercina, donde Roglic ya tiene escrito su nombre con letras de oro.
Primoz Roglic Ciclista del Jumbo
En el ciclismo siempre hay riesgo, me ha gustado mucho la etapa y la he disfrutado”