Diario de Cadiz

Colita y el milagro de cada instante

● exposición a la fotógrafa, cuyo trabajo inspira el cartel de la Bienal

- Braulio Ortiz

A una joven Isabel Steva Hernández (Barcelona, 1940), más conocida como Colita, le encargaron que retratara con su cámara a posibles figurantes para

la película que iba a dirigir Francisco Rovira Beleta. Pero ella decidió “hacer un reportaje en vez de tomar fotos carné”, cuenta orgullosa sobre una serie en la que, pese al mísero paisaje que plasma, sobre el que se construirí­a más tarde la Villa Olímpica, se acaba imponiendo la vida: niños que juegan a ser caballeros templarios, que sonríen ajenos a cualquier atisbo de gravedad, que parecen aferrarse a la inocencia y dar así la espalda a la adversidad.

La exposición que acoge hasta el 11 de noviembre la sala Atín Aya, se abre con una planta dedicada a la mirada de este referente de la fotografía al esa serie con la que se estrenaría en la profesión y por la que conocería a Carmen Amaya. “No hemos podido evitar meter una de las icónicas imágenes que le tomó”, dice Julio Criado, uno de los comisarios de esta cita. Su contacto con la bailaora “la adentró en los tablaos, que le fascinaría­n, permitió que otros flamencos le abrieran las puertas de sus casas, la dejaran entrar en su intimidad”, apunta el galerista, que destaca el gran material inédito que incluye este apartado.

La segunda sala de la exposición se acerca al

que Colita emprendió en 1969 para un libro en el que la acompañarí­a José Manuel Caballero Bonald,

En la selección sobresale una imagen emblemátic­a de Antonio Mairena bajo el letrero de la calle Pureza. No fue, pese a las lecturas que se desprenden de la estampa, una composició­n muy elaborada. “Yo estaba ahí, simplement­e”, recuerda con humildad la fotógrafa. “Mi trabajo consiste en que tú vas por la calle y pasan cosas, y si sabes mirarlas las atrapas”, opina la barcelones­a, que se acerca en esta serie a figuras como Fernanda y Bernarda de Utrera, La Piriñaca o La Perrata. La muestra que puede verse estos días surge, de hecho, de una de estas fotografía­s. Francesc Polop, que comisaría

junto a Criado, explica que “Chema Blanco, el director de la Bienal, se puso en contacto con nosotros porque quería reinterpre­tar, llevar a nuestras días, una de las fotos para el cartel [una escena tomada en el bar del Pinto, en la que conversan Antonio Mairena, Torres, Antonio Núñez y Pepe Pinto]. La propuesta era que Colita hiciera la nueva versión, pero ella había dejado la cámara. Pensamos que fuera una mujer andaluza y el encargo recayó en Antonia Moreno”,

que tuvo a Manuela Carrasco, Eva Yerbabuena, Patricia Guerrero y María Moreno como protagonis­tas. “Después de eso, la Bienal nos planteó hacer una exposición, e indagamos en los archivos para ofrecer algo distinto”, recuerda el especialis­ta.

La tercera de las salas se dedica a Ocaña, que fuera amigo de Colita pese a que los retratos que se exhiben en Sevilla se hicieron apenas un día después de que ambos se conocieran. “La víspera apareció en un acto con un ramo de manzanilla­s, un bombín y unos zapatos de madera, y yo me pregunté: ‘¿Quién es este?’. Después de eso, nos hicimos íntimos”, evoca la fotógrafa sobre el malogrado artista de Cantillana.

Para el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, esta exposición “icónica y extraordin­aria, que refleja el carácter transgreso­r del flamenco”, responde a “uno de los objetivos de la Bienal, el de promover actividade­s que vayan más allá de lo escénico, de lo que ocurre en los teatros. Que se note que en la ciudad hay un evento de esta magnitud”.

 ?? JOSÉ ÁNGEL GARCÍA ?? El alcalde de Sevilla Antonio Muñoz saluda a Colita junto a una emblemátic­a fotografía de Antonio Mairena.
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA El alcalde de Sevilla Antonio Muñoz saluda a Colita junto a una emblemátic­a fotografía de Antonio Mairena.
 ?? JOSÉ ÁNGEL GARCÍA ?? Una de las salas se dedica a la figura de Ocaña.
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA Una de las salas se dedica a la figura de Ocaña.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain