GUAIS, PLAIS, MAIS
GRACIAS a la insondable sabiduría de Juanma, oh Gran Kalikatres, y del consejero de Presidencia Sanz, nos hemos enterado que la difunta Isabel II además de ser Reina de Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte, la Isla de Man, Cabeza de la Cammonwelth y de la Iglesia de Inglaterra lo era también de Andalucía. Eran tantos los títulos de la difunta que no sabíamos que reinaba sobre nosotros. Sólo así se explica que se haya decretado un día de luto oficial por su muerte, para que todas las banderas de la comunidad ondeasen a media asta en señal de duelo. Qué buenos son Juanma y Sanz que se ocupan de todos nosotros. Una lucecita permanece encendida en San Telmo todas las noches mientras dormimos con la tranquilidad de que velan por nosotros. Nuestra relación es más intensa aún, quizás, por la presencia en territorio de Andalucía de la colonia de Gibraltar, que da trabajo a miles de campogibraltareños, lo que aumenta nuestro agradecimiento a la Casa de Windsor, extensible ahora a Carlos III. Los más viejos recordarán la visita al Peñón de Carlos y Diana tras aquella famosa boda del siglo que dio pie al genial cuarteto del Peña y el Masa: “Carlos le dijo a Diana que se moría de ganas de verla en bragas y sostén; cuando la vio fue por tabaco y no volvió”. O la chirigota de Paco Rosado:
“Juró con la mano puesta en el
Eran tantos los títulos que tenía la difunta Isabel II que no sabíamos que reinaba también sobre los andaluces
pecho que aquella noche la atravesaba por el estrecho”. Formas populares de expresar nuestro agradecimiento a la monarquía británica de la que, no sabíamos , somos súbditos. Igual es esa banalización de las instituciones provocadas por el populismo. De tanto ver El Hormiguero, Sálvame, Zapeando y otros artefactos similares, nuestros dirigentes, tan pendientes de nosotros como de los programas de máxima audiencia, han querido sumarse al dolor de la población andaluza, pendientes del discurso de Carlos, de la relación entre Guillermo y Enrique, de lo que harán Camila, Catalina y Meghan, de los hurras a nuestro nuevo Rey por parte de la guardia real, de las salvas de odenanza... Es tal la obsesión televisiva que un gracioso de Gran Hermano quiere ser alcalde de Cádiz a base de payasadas, como si la vida fuera un reality y las elecciones, el share. No hay constancia de si Juanma y Sanz han ido a firmar en los libros de condolencia y de si en las exequias habrá una comitiva oficial de la Junta de Andalucía. Si no lo han pensado, deberían hacerlo, para completar los honores. Lo contrario que el alcalde de Cádiz, que ha llamado lamentable a la declaración de luto oficial publicada en el BOJA. Estos bolivarianos no tienen remedio. El gobierno de la Junta que se aprenda el estribillo de ‘La boda del siglo’ : “¿Y qué me harás por la noche? Guais, plais, mais”.