Una crianza tomada muy a pecho
● Paula de la Torre abre La Teta, un espacio de asesoramiento a las familias sobre la lactancia materna y sobre cómo superar las dificultades
Acostumbrados a que la humanidad camine al paso que marcan los avances tecnológicos, hay cosas que a lo largo de los siglos no han cambiado por más que se sucedan sociedades, épocas y costumbres. Como la lactancia materna, la forma más natural de crianza que el ser humano comparte con el conjunto de los mamíferos y que se mantiene inalterable aunque el mercado ofrezca una alternativa como la lactancia artificial. Desde hace apenas unas semanas, Cádiz cuenta con un espacio dedicado al apoyo de la crianza materna. De nombre directo, La Teta, este establecimiento del barrio de La Laguna que regenta Paula de la Torre añade a su condición de comercio el de querer ser punto de encuentro de las familias interesadas en conocer mejor cómo afrontar la lactancia en los bebés pese a los numerosos condicionantes, cuando no dificultades, que surgen cada día.
Paula de la Torre, trabajadora social, tuvo una hija hace unos dos años y medio, con una crianza en mitad de la pandemia y con un rosario de dudas y problemas: “Me encontré un poco sola, sin muchos sitios a los que acudir, con la pandemia en auge... A raíz de ahí me formé como asesora de lactancia, de manera certificada, y también me fui introduciendo en el tema de porteo, de la forma de llevar de manera ergonómica a los bebés y destacando cómo, más allá de sentirnos cómodos, hacerlo es muy importante para generar el vínculo con el bebé”.
Paula comenzó asesorando a las familias a domicilio. Ahí comprobó que lo suyo no fue un hecho aislado: “Me di cuenta de que a las familias les falta apoyo. Antes, el tema de la crianza era muy comunitario, se implicaba la familia al completo, los vecinos… La sociedad se hace más individualizada y la gente empieza a sentir esa necesidad, de ver cómo lo hace”.
Así nació La Teta, un espacio en principio comercial pero que pretende ser “mucho más que una tienda”, con el objetivo puesto en fomentar la manera más natural de criar al bebé, la lactancia materna, frente a una lactancia artificial que “tiene riesgos”, como asegura Paula de la Torre: “El proceso natural del cuerpo es ofrecer nuestra leche materna. Y hay una serie de riesgos (en la artificial) que las familias deben conocer. Siempre digo que es una decisión familiar, sobre todo de la madre, pero tienen que tener información real y veraz. Y con esa información ya decides”.
La Teta, en la calle Pintor Zuloaga, quiere convertirse en ese espacio de apoyo a las familias a través de talleres y cursos que, es la intención de Paula, tratarán de ir más allá de los primeros meses de desarrollo de la nueva criatura: “La idea es que sea un lugar de encuentro de las familias, donde puedan contar experiencias y sentirse acompañados en el proceso de la crianza. Además, vamos a hacer talleres y charlas. Yo haré las que tienen que ver con la lactancia y el porteo, pero además vendrán fisioterapeutas, pedagogos, logopedas, nutricionista infantil, profesionales que están alrededor de la crianza y la infancia para talleres relacionados, por ejemplo, con el apoyo en el momento de dejar el pañal, la alimentación complementaria a partir de los seis meses… También tenemos previsto un taller relacionado con el destete, que las familias se interesan mucho, para dar pautas y herramientas para cuando llegue el momento”.
Al tiempo, en este espacio se ofrecen artículos relacionados con lo que Paula denomina crianza consciente: “Tenemos artículos que respetan el desarrollo del bebé, materiales naturales, sin tóxicos, ecológicos, juguetes educativos… Muchos relacionados con la lactancia, productos de higiene sin tóxicos y sostenibles. También tenemos muchos artículos que están hechos por artesanas y mujeres emprendedoras. La idea es también fomentar el comercio local y sostenible”.
Todo enfocado a ese apoyo a las familias que reciben la llegada de un nuevo miembro. Y para que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la lactancia materna cubra los seis primeros meses de vida del bebé, se tome en serio, se tome muy a pecho, y pueda superarse la limitada baja maternal de cuatro meses, con las posibilidades de sacar la leche y conservarla adecuadamente. O para superar las dificultades que esta práctica puede generar en el entorno familiar: “La madre tiene que saber que los primeros meses debe estar en el sofá dando teta, y eso es lo importante. Para eso debemos tener un padre u otra madre, o quien forme la pareja, que se implique para que esto de verdad funcione”.
El nuevo espacio ofrece talleres y cursos sobre los primeros meses del bebé