El médico Fernando Arévalo: “Si le pilla en su casa no sale adelante”

Fernando Arévalo, uno de los médicos que atendió este sábado al aficionado que se sintió indispuesto en el Cádiz-Barcelona, motivo por el que se interrumpió el encuentro durante 55 minutos, ha afirmado que si la dolencia cardíaca padecida “le pilla en su domicilio o en la calle” sin tener asistencia sanitaria, “no habría salido adelante”. El partido de la quinta jornada de laLiga que se disputaba en el estadio Nuevo Mirandilla quedó detenido en el minuto 81 al comprobar el árbitro, el madrileño Carlos del Cerro Grande, que un espectador se había desvanecido en una de las gradas. Fernando Arévalo, médico de una clínica privada en Barbate y expresidente de la Federación de Peñas Cadistas, declaró este domingo a Efe que estaba en el estadio y “al ver correr al médico del Cádiz” supuso la “gravedad” del asunto y se dirigió al lugar donde estaba este espectador, con pelo cano y de unos 60 años. Al llegar a la zona, situada en la grada de Fondo Sur, “ya había otros profesionales”, como un cardiólogo, un enfermero y un técnico sanitario, además de la

Cruz Roja que cubría el partido. “Entre todos hicimos la cadena de supervivencia, hasta que rápidamente llegó el 061”, relató el doctor Arévalo, quien incidió en que fue “fundamental” la reanimación cardiopulmonar básica realizada por todos ellos en cadena sanitaria, “desde el que inicia la reanimación hasta el que continúa en avanzada”.

“Había excelentes profesionales y el hombre pudo recuperarse”, ya que su vida corría peligro al estar en ese momento en “parada cardíaca”, explicó el profesional médico.

Fernando Arévalo resaltó la “dificultad” que hubo que superar al haberse producido el suceso en la grada. “Si los eslabones de la cadena se rompen, no sale adelante”, recalcó el doctor, quien también dio las “gracias” a la labor de la Policía y la seguridad privada para “despejar la zona”. Arévalo se congratuló por la colaboración de los dos clubes, el público y de los jugadores de ambos equipos. “El Barcelona nos proporcionó un desfibrilador, aparte del que ya había allí”, subrayó.