Los taxistas se sienten “engañados” por la ordenanza que irá a Pleno
● Aseguran que no han aceptado ninguna de sus alegaciones y el Gobierno local dice que admite una parcialmente
“Engañados”. Así dicen sentirse en Radio Taxi, la asociación mayoritaria en el sector, ante el texto de Ordenanza reguladora del servicio de autotaxi que llevará mañana al Pleno el Equipo de Gobierno para su aprobación definitiva. Aunque resulte lo más llamativo, no es precisamente la exigencia de cierta uniformidad lo que más indigna a los taxistas, sino que no se haya aceptado “ninguna” de sus alegaciones. Esta percepción la comparte también la Asociación de Asalariados del Taxi de Cádiz.
De seis alegaciones presentadas, dos de ellas de la asociación de asalariados, el Gobierno local dice haber “reflejado la estimación parcial” de una de ellas referente al momento en que se deberá poner en funcionamiento el taxímetro. Sin embargo, en el colectivo entienden que tampoco se ha admitido. “Nuestra valoración de la ordenanza que finalmente se lleva a Pleno es que las aportaciones y las opiniones del sector no cuentan para nada, a no ser que coincidan con el criterio del concejal de Movilidad”, resume el portavoz del colectivo.
“Pedimos que se diferenciase el hecho de tomar un taxi en una parada del de solicitarlo por teléfono porque obviamente tiene un coste mayor por el servicio que se ofrece. Y propusimos cómo redactarlo. Ellos lo han redactado como les ha parecido, con lo cual el consenso ayuda municipal de quien concede las licencias para ejercer el servicio. No puede ser a costa de Radio Taxi”, añaden. “Mientras que al servicio de transporte público de autobuses se les inyectan millones de euros y se les compran nuevos vehículos a nosotros nos obligan a correr con todos los gastos”, lamenta el presidente de Radio Taxi.
José Manuel Vicente abunda en el asunto del encendido del taxímetro cuando se pide un servicio por teléfono: “En este punto nunca hemos tenido problemas con el cliente porque nuestra tarifa es la más barata de España, exceptuando Canarias, y llevan ocho años congeladas. Si después de esto nos van a poner un tope ridículo”.
“Hay personas que demandan coches adaptados, amplios o con un maletero grande y a lo mejor en ese momento no se encuentran en la zona”, explica. “Nosotros, por ética, no solemos bajar bandera hasta que no llegamos al punto de recogida, a no ser que haya mucha distancia y el servicio no sea rentable si no lo hacemos. Por eso, ese tope que se establezca no debería estar por debajo de la carrera mínima, como se aplica en Sevilla, que en Cádiz es de 3,60 euros. O de la bajada de bandera, que está en 1,50 euros. Si fuese una cantidad ridícula habría servicios que serían deficitarios y se quedarían sin hacer”.
Una de las alegaciones de la asociación de asalariados versó sobre la vigencia de los permisos municipales para conductores. Reivindicaban que, una vez concedidos no tuviesen que volver a examinarse. “En plena pandemia obligaron a examinarse a unos veinte”, denuncia Juan José Moguel, presidente del colectivo. La otra es relativa a los turnos durante la jornada de trabajo, un asunto en el que entienden que no debe inmiscuirse el Ayuntamiento en tanto que son empleados de autónomos o empresas privadas.