La OCDE rebaja hasta el 1,3% el crecimiento de España en 2023
● La recuperación del nivel prepandemia se retrasa a principios de 2024 ● Pronostica una inflación alta incluso dentro de dos años
La OCDE ha reducido todavía más su previsión de crecimiento para España en 2023 respecto a la que dio hace dos meses, para dejarla en el 1,3%, por debajo del 2,1% que espera el Gobierno. Aun así, será una de las cifras más elevadas en la zona del euro y en la Unión Europea.
En su informe de Perspectivas publicado ayer martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé una recuperación, pero muy limitada, en 2024 cuando la actividad debería aumentar un 1,7%, de nuevo una estadística mucho menos optimista que el 2,4% del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
A finales de septiembre, cuando hizo público su informe provisional, había calculado que el producto interior bruto (PIB) de España aumentaría en 2023 un 1,5%. Y hay que tener en cuenta que eso ya significaba una revisión a la baja de siete décimas respecto a sus anticipaciones en junio.
En términos comparativos las tasas de crecimiento de España el año próximo van a ser superiores a la mayoría de los grandes países desarrollados, en particular a los otros europeos, todavía más afectados por la guerra en Ucrania.
Más allá del hecho de que la actividad va a caer en el Reino Unido (el 0,4%) y en Alemania (el 0,3%), el crecimiento de España será claramente superior al de Italia (0,2%), Francia (0,6%), Estados Unidos (0,5%) o Canadá (1%).
Sí que crecerán más que España países desarrollados alejados geográfica y económicamente del conflicto entre Rusia y Ucrania, como Corea del Sur (1,8%), Japón (1,8%) o Australia (1,9%), además de economías emergentes como China (4,6%) o India (5,7%).
A causa de esta ralentización España solo debería recuperar a comienzos de 2024 el nivel del PIB que tenía a finales de 2019, antes de que estallara la crisis de la Covid. Y en eso se distingue, para mal, de las otras grandes economías mundiales.
Uno de los elementos más preocupantes, y que los autores consideran que debe ser la gran prioridad de la política económica ahora, es el control de la inflación. Aunque hay signos de que en España tocó techo en verano, la OCDE cree que va a mantenerse a un nivel elevado de forma duradera.