La intensidad de Túnez sorprende a Dinamarca
Túnez, con una intensidad y una hipermotivación dignas de encomio, se coló en la fiesta del regreso a una gran competición de Christian Eriksen y arañó un empate ante Dinamarca que bien pudo ser un triunfo de no haber sido por el portero Kasper Schmeichel.
Túnez demostró que sabe manejar el balón con solvencia, aunque cuando su ritmo de presión amainó perdió efectividad. Dinamarca lo aprovechó para pasar a mandar ahora con más posesión y hasta peligro. Rozó el gol en el disparo de Eriksen y en una ocasión clamorosa en la que Cornelius, a menos de un metro de portería, envió el esférico al palo.