La Junta aclara que el CEPER María Zambrano no prohibió grabar las clases a una alumna
Algunos compañeros solicitaron que no se recogiera el audio de determinadas actividades
El Centro de Educación Permanente de Adultos (CEPER) María Zambrano ha aclarado que no prohibió a una alumna invidente grabar audios de las clases ni de las exposiciones de los trabajos de los distintos grupos. Solo se le pidió, por solicitud de algunos de sus compañeros, que no se grabaran determinadas actividades para preservar la intimidad.
La delegada territorial de Desarrollo Educativo y FP y Universidad, Investigación e Innovación, Isabel Paredes, mantuvo ayer un encuentro con los representantes de Upace (Unión de Parálisis Cerebral) y la directora del centro educativo para analizar la situación de la atención educativa a una alumna invidente, después de que sus compañeros de grupo solicitaran que no fuesen grabados audios de actividades que implicaban conversaciones de grupo. Isabel Paredes estuvo acompañada por el Jefe de Servicio de Inspección y por la Jefa de Servicio de Ordenación Educativa y la directora del centro educativo, quienes explicaron que había diversas fórmulas para hacer reconsiderar a la alumna su intención de abandonar las clases.
La directora del María Zambrano, Gloria Outón, detalló que se explicó a la alumna la situación generada ante la negativa de algunos de sus compañeros del grupo de trabajo del que formaba parte a que grabara las conversaciones entre ellos durante la preparación de las actividades. Aclaró que no se le prohibió grabar audios de las clases ni de las exposiciones de los trabajos de los distintos grupos.
El director de Puace, Antonio Bordés, que estuvo acompañado por la directora de la residencia, Almudena Reula, expuso que la alumna llevó al comité de ética de su entidad esta inquietud al considerar que se le prohibía grabar todas las clases, cuestión que ha quedado aclarada que no fue en esos términos, puntualiza la Junta.
La delegada le trasladó los mecanismos de los que dispone el sistema para poder garantizar el derecho a la educación de esta alumna, al tiempo que destacó que el CEPER María Zambrano tiene una trayectoria impecable en la atención a la diversidad en la enseñanza de adultos. Paredes cree que el comité de ética de Upace debería haber solicitado información al centro sobre este asunto para aclarar la situación y reconducirla. Por lo que invitó a la entidad a que mantenga un contacto permanente y directo con el centro educativo y esta Delegación Territorial.