Diario de Cadiz

Adiós para enmarcar

● capataz de Ecce–Homo y la de Francis Lucero como hermano mayor de La Palma

-

Semana Santa

El Consejo sigue optando por mantenerse a la espera de la obra de Candelaria. Vaya por delante que tampoco hay una presión excesiva (o mínima siquiera) por parte de las hermandade­s, pero la actuación que el Ayuntamien­to no consigue contratar tiene dos condiciona­ntes (que los trabajos duran nueve meses y que tiene que estar terminada en diciembre del próximo año) que complican el hecho de que las procesione­s puedan discurrir alrededor de la plaza. Esta semana habrá nuevas reuniones con los responsabl­es municipale­s, por lo que el escenario de prudencia por el que ha optado hasta ahora el equipo de Juan Carlos Jurado puede variar; y si eso ocurre, ya se contempla que la carrera oficial empiece en San Agustín y culmine en la Catedral, con los consiguien­tes cambios de recorridos y horarios que tendrán que asumir las hermandade­s.

N Osiempre es fácil marcharse en este mundo de las cofradías. De hecho, lo normal –por desgracia– es que sea difícil. Unas veces por el apego a la responsabi­lidad que se ostenta y a la que no se quiere renunciar; otras, por no compartir las decisiones de poner fin a determinad­a etapa o cargo; y en otros casos también, por estar vinculado ese final con jugarretas y conspiraci­ones que ríase usted de los iluminati. Cuántas movidas se suceden detrás de la destitució­n de un capataz, cuántas habladuría siguen a una dimisión, ya sea en el mundo del martillo o el de las varas. Hasta hermanos mayores ha habido que una vez que han dejado el cargo hasta se han dado de baja de la cofradía.

Por eso, no deja de llamar la atención que en una misma semana se produzcan dos despedidas para enmarcar; dos marchas que habría que dejar escritas en manuales y explicarla­s en el próximo curso de formación del Consejo (tome nota, Don Ramón, que no exagero). Los motivos son bien distintos, las circunstan­cias y los contextos también; pero en uno y otro caso, bien merece la admiración y el reconocimi­ento.

El miércoles conocíamos que Melchor Mateo renunciaba al martillo de los dos pasos de Ecce-Homo. Y lejos de mensajes velados, de dimisiones vestidas de lo que no hay y de renuncias faltas de sinceridad, Mateo regaló a la que es su cofradía, a esa que ha dado tantos años de trabajo, de sacrificio y de esfuerzo invisible para sacar los pasos a la calle, un escrito tan bello que la hermandad no quiso guardar para la intimidad y decidió hacer público. “No tenía las fuerzas suficiente­s para encarar un año más este proyecto como se merece nuestra Archicofra­día”, “Un hermano tiene que tener una vocación de que esperar a que se resuelvan los cabildos de La Palma y Cigarreras. A falta, por tanto, de estos dos encuentros, la única incógnita a día de hoy gira en torno al Domingo de Ramos, donde La Cena y Despojado se disputan la tercera plaza del orden del día. La hermandad dominica reclama ser la tercera, garantizan­do que en ese caso llegará a Nueva servicio hacia la hermandad; he tratado de ser fiel a ese principio, y el mejor servicio que le puedo hacer ahora mismo a Ecce-Homo es dar un paso al lado”, “Doy un paso al lado, pero los cargadores saben que los titulares han de estar por encima de las personas” o “me pongo a disposició­n de los nuevos responsabl­es de los pasos que la cofradía nombre en un futuro cercano para colaborar con ellos en todo lo que necesiten” son algunas de las frases que regala ese escrito absolutame­nte recomendab­le para tantos otros que no aceptan su destitució­n o que siempre ven culpables más allá de sus narices.

Melchor Mateo se va con el orgullo de haber sido durante 16 años capataz del palio de sus entretelas y de la cofradía de su vida; carne de la carne de ese hermano número 1 del que hoy presume, con motivo, la hermandad

por Plocia en lugar de Sopranis y ampliando así el tiempo disponible para el cruce entre Humildad y Despojado en la calle Compañía. El Despojado, por su parte, insiste en mantener esa tercera posición para no demorar en exceso su regreso a Salesianos. Habrá una nueva reunión para intentar llegar a un consenso. del Martes Santo. Y se va además con el privilegio de ser él quien escriba el punto y final a su responsabi­lidad, de haber decidido cuándo poner fin, y de encontrar comprensió­n al otro lado para empezar a vivir una nueva etapa en ese Martes Santo que para él será eterno más allá de lo que sus fuerzas le permitan.

Y si eso pasaba el miércoles en la cofradía del Martes Santo, hoy domingo culmina el relevo al frente de la hermandad de La Palma. Mucho se ha hablado, y más aún se ha escrito, sobre el cambio de ciclo en la cofradía con la llegada de un Pedro Bueno al que deseamos lo mejor. Pero poco, o nada, se ha dicho del que se marcha. Ese que llegó por segunda vez cuando la hermandad lo necesitaba, cuando no había alternativ­as, cuando los proveedore­s llamaban a la puerta y los proyectos se amontonaba­n. Ese

El Perdón

Ya ha terminado Luis González Rey el boceto en barro de los dos ladrones y de la Magdalena que sustituirá­n a las tallas que realizara en los 80 Alfonso Berraquero y cuya restauraci­ón solo admitía la familia de este imaginero si la ejecutaba el isleño Jesús Vidal (cosa que no aceptaba que ha empeñado su tiempo, su salud, su vida y su familia para poner a La Palma donde hoy está situada, para conseguir una solidez estructura­l y una exquisitez en su día a día que hoy la destacan en el panorama andaluz. El que ha tenido el arrojo de culminar un paso de Cristo, reparar los defectos que han ido surgiendo en la iglesia (cuya propiedad zanjó con el Obispado) y coronar a la Dolorosa casi sin que el cuerpo de hermanos pestañee.

Hoy se despide, esta vez para siempre, Francis Lucero como hermano mayor de La Palma. Veinte años -en dos etapas distintasa­valan su labor y el empeño que ha puesto, pese a las no pocas críticas de aquellos que veían en el ataque a La Palma el método de tapar su incompeten­cia, pese a esos otros que buscaban su notoriedad utilizándo­lo de gancho, pese a los que han perseguido y han escudriñad­o incluso en su vida personal, pese a esos ataques repugnante­s y vergonzant­es de quien busca en su despiadado teclado cubrir sus propias carencias.

A estos dos cofrades que se despiden esta semana de las responsabi­lidades que habían asumido hasta ahora no los verán ustedes desaparece­r de sus hermandade­s, ni de sus cultos, ni de arrimar el hombro ante sus problemas, ni de participar en sus proyectos. Ahí estarán el Lunes y el Martes Santo donde los pongan (que algunos exigen hasta el grado de repujado de la vara que tienen que llevar o el lugar que tienen que ocupar en el cortejo, y otros ni siquiera aparecen). Y ahí los encontrará­n sus cofradías, en definitiva, siempre que haga falta; porque al igual que entendiero­n su pertenenci­a cuando dieron el sí a sus cargos, la comprenden ahora a la perfección cuando la responsabi­lidad llega a su fin.

Lo dicho, don Ramón; tome nota para una clase del curso de formación. Porque despedidas así son para enmarcar. la hermandad). El próximo sábado a las 17.45 horas en la casa de hermandad ha convocado la junta que preside Manuel Garrido a los hermanos para presentarl­es el boceto, que los que lo han visto dice que mejora bastante esa imaginería secundaria que hasta ahora hemos conocido en el espectacul­ar paso de misterio.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain