Aguirre: “Aquí no se viene a generar problemas, se viene a solucionarlos”
● Los populares no dejan pasar ni una de las efemérides del andalucismo, ayer se celebraba el 40 aniversario del nacimiento del Parlamento autonómico y se recordaba a García Caparrós
Todo nacionalismo se sustenta en sus efemérides, porque si algo define a este vector político, posiblemente uno de los mayores que existe, junto a las desigualdades y las religiones, es la nostalgia. Nostalgia, en la mayoría de las veces, hacia guerras perdidas. Hay algo de victimismo también en el himno oficial de Andalucía. Sin embargo, el andalucismo, tal como hoy se concibe, lo abarca casi todo, sólo Vox se aparta de este omnibus que va desde el nacionalismo ideológico a cierto regionalismo emocional. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, no está dispuesto a saltarse ninguna de
Juanma Moreno Presidente de la Junta estas fechas. Ayer, el Parlamento autonómico celebró el 40 aniversario de su constitución y, más tarde, Moreno recibió a la familia del malagueño José Manuel García Caparrós, el joven asesinado durante la manifestación por la autonomía de 4 de diciembre de 1977.
Aquel día hacía más calor, mucho más, era 21 de junio, de 1982, y en el salón de los Tapices del Alcázar de Sevilla no había ni hay aire acondicionado. La primera sesión del primer Parlamento
de Andalucía se celebró hace hoy 40 años. Era una cámara legislativa nómada, itinerante, que tendría dos sedes más, también en Sevilla, antes de recalar en el viejo Hospital de las Cinco Llagas.
Durante su intervención, el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, se refirió a todas esas fechas que hilan la historia de la autonomía y, en especial, a la del 4 de diciembre, recién incluida por el Gobierno andaluz en el calendario festivo (laborable) de la comunidad. El 4-D había sido reivindicado por la izquierda como un día más propicio que el 28 de febrero. En la de diciembre se recuerdan las manifestaciones masivas en todas las capitales andaluzas y, en especial, la de Málaga, donde murió García Caparrós en un hecho aún no resuelto. El 28 de febrero fue el día del referéndum, una consulta que se hizo en contra de la opinión del Gobierno de la UCD.
Aguirre quiso llamar la atención sobre la deriva de crispación que sufren los parlamentos. El de Andalucía no es el peor de ellos, está lejos de situaciones como las vividas la semana pasada en el Congreso de los Diputados, pero en el último pleno Aguirre tuvo que mandar callar a un diputado de Vox por llamar “panda de golfos” a la bancada socialista. Como no atendió su llamada, Aguirre le cortó el micrófono y le hizo bajar de la tribuna.
Juanma Moreno también se refirió a esa crispación en unas declaraciones ante los periodistas. “Los ciudadanos nos están pidiendo a gritos que nos unamos”, dijo, para después lamentarse de “los espectáculos” que se están viendo en algunos parlamentos.
NI CHAVES NI GRIÑÁN NI ESCUREDO ASISTIERON
“Aquí se viene –dijo Aguirre– a solucionar los problemas de los andaluces, no a generarlos”. Recordó las palabras del primer presidente del Parlamento, el socialista, Antonio Ojeda, cuando reivindicó que la Cámara debe sostenerse sobre el “prestigio y la moral” del que representa a los andaluces.
Antonio Ojeda asistió al acto, así como la casi totalidad de los 11 presidentes que ha tenido la Cámara. Todos fueron socialistas, menos Diego Valderas, de IU; Marta Bosquet, de Ciudadanos; y Aguirre del PP. Entre los invitados al Alcázar, hubo algunos de los 109 parlamentarios de esa primera legislatura, caso de Carlos Rosado, de UCD, y Salvador Pérez Bueno, del PA. También socialistas que tienen el rango de históricos, como José Caballos, Manuel Pezzi y Blanca Alcántara.
Eso sí, faltaron varios presidentes de la Junta. Además de Juanma Moreno, sólo estaban Susana Díaz y José Rodríguez de la Borbolla. El socialista Rafael Escuredo, que fue elegido presidente en ese mismo salón de Tapices, no pudo acudir porque tenía un compromiso en Madrid. Y Manuel Chaves y José Antonio Griñán apenas van a actos públicos desde la sentencia del caso de los ERE.
Los ciudadanos nos están pidiendo a gritos que nos unamos”