Diario de Cadiz

FASE DE GRUPOS Argentina derriba el muro y entra

● La albicelest­e pasa a octavos como primera de grupo tras superar a Polonia con dos tantos de Mac Allister y Julián Álvarez tras una exhibición de Szczesny, que paró un penalti a Messi

- Santiago Aparicio (Efe)

Con un gol de Mac Allister en la primera acción de la segunda parte y otro de Julián Álvarez para sentenciar en el último tercio, Argentina encontró el desahogo y el camino hacia los octavos como primera de grupo para emparejars­e con Australia. En la noche reservada para la repercusió­n y el brillo de Messi y de Lewandowsk­i fue el centrocamp­ista del Brighton el tipo resolutivo que giró un partido trampa para la albicelest­e que se estrelló, hasta donde pudo, con Szczesny que evitó un castigo mayor y disimuló las carencias de su equipo. El portero del Nápoles frenó a Argentina y a Messi que, incluso, falló un penalti a la media hora de partido.

Polonia sigue en el Mundial gracias a la diferencia de goles. Igualado a puntos con México, se salvó de la eliminació­n por los pelos.

Si no es por Szczesny hubiera reservado el billete de retorno antes del descanso. Fue el salvador de un equipo discreto que ha conseguido llegar con opciones y como líder del Grupo C a la última jornada por su disciplina defensiva y por el talento de sus dos únicos jugadores sobresalie­ntes. El meta de Varsovia y Lewandowsk­i, que apenas intervino en el primer tramo.

Fue un islote, el único figurante en el ataque europeo. Muy lejos del resto del equipo, agazapado, a la espera del fallo de Argentina.

En diez minutos, Messi buscó puerta dos veces. La segunda, escorado, fue la carta de presentaci­ón de Szczesny que tuvo que multiplica­rse después. Parecía cuestión de tiempo que Argentina encontrara grietas a la zaga polaca y abriera el marcador.

Un disparo de Mac Allister que despejó el defensa antes de que llegara a puerta acabó en las botas de Acuña que ejecutó un buen chut que rozó el palo. Di María buscó el gol olímpico pero no sorprendió al meta del Nápoles que evitó el tanto en otro de Julián Álvarez. Fue el delantero del City una de las caras nuevas del once de Scaloni que volvió a agitar al cuadro titular.

Fue el penalti la oportunida­d de que Argentina encontrara cierto sosiego antes del intermedio. Szczesny salió a por el balón y golpeó en la cara de Messi que remató de cabeza. El VAR advirtió al árbitro que revisó la acción y llevó el balón a los once metros. Ejecutó el capitán. A la izquierda de Szczesny, que sacó una mano prodigiosa para evitar el gol.

No encontraba una salida argentina hasta que apareció Allister en la primera acción de la segunda parte. Precisamen­te cuando el técnico polaco buscaba más mordiente en su equipo con la salida de Laminski y Skoras. No les dio tiempo de nada porque una incursión de Nahuel Molina terminó con un centro al área que llegó a Allister. Le pegó mal pero el balón salió envenenado, pegado al palo fuera del alcance de Szczesny.

Polonia no reaccionó. Y jugaba con fuego. El partido era de Argentina, que no frenó. Encontró el segundo en el último tercio cuando Enzo Fernández inventó un pase hacia Julián Álvarez, de espaldas. Se giró, se hizo espacio y su tiro fue imposible para el portero de Polonia. Pudieron ser muchos más. Argentina estaba a gusto y los polacos desorienta­dos. No tenía su día Messi que en cada intento chocaba con la inspiració­n de Szczesni.

Atrás dejó Argentina la pesadilla ante Arabia Saudí. De menos a más, sacó adelante los duelos con México y Polonia para escapar airoso de la fase inicial, alcanzar los octavos y prolongar su objetivo.

La selección de Lewandowsk­i sigue en el Mundial por la diferencia de goles

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FRIEDDEMAN­N VOGEL/ EFE Julián Álvarez celebra el gol con la hinchada argentina al fondo.
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