Lorena Castell vence, como se preveía, en ‘MasterChef Celebrity’
La suerte estaba echada desde el lunes cuando TVE dejaba para el día siguiente el duelo final de
MasterChef Celebrity: Lorena Castell ha sido la ganadora. Salvada y protegida, la contertulia de Zapeando ha llegado en volandas a su desafío directo contra Manu Baqueiro y ambos han dejado una buena impronta de su evolución en el programa y lo mucho aprendido en pocas semanas.
La de Bingo de señoras llegaba como favorita y el actor de Amar es para siempre fue un digno rival en lo culinario pero también en lo personal. En el aire, la autoeliminación de Patricia Conde. La presentadora llegó sin fuerzas a la recta final, no se sentía motivada. Lo repitió en el especial posterior al duelo en este martes.
El duelo final tenía al jurado habitual y también a dos de los grandes chefs del mundo, por un lado Joan Roca, de El Celler Can Roca; y por otro el italiano Massimo Bottura, de Osteria Francescana, en Módena. El quinteto respaldó el nivel de ambos concursantes.
En el ‘gallinero’ del plató, el resto de compañeros y entre los familiares de Baqueiro, el también actor Alfonso Bassave. Gran parte del público descubrió en este programa que ambos eran hermanos. Lorena estaba arropada también por su hermano, por su madre y su actual pareja. Y también por su hijo Río fue el motor de su participación y el protagonista de su menú.
La de Zapeando tomaba el relevo de Miki Nadal, compañero de programa. Su menú, desarrollado en su visita al taller de Quique Dacosta, se llamaba Vivir viajando.
Un recorrido exótico que comenzó con suquet thai de gamba roja. Un caldo de pescado de raíces catalanas con fusión tailandesa, con su experiencia viajera. Y en ese suquet, sus raíces, lo básico de su infancia. El plato principal eran fabes cremosas con almejas. Las legumbres estaban compuestas por gelatina con especias, espíritu de la India con potente sabor que venía a representar sus años de fiesta, dedicados a sus amigos “de noches locas”. Y de postre, eclipse lunar con lichis y rosas. Un plato dedicado a su hijo Río, satélite de su vida y pilar fundamental. Un postre con palomitas de esos días de cine de madre e hijo.
Manu Baqueiro quiso homenajear a su tierra gallega, en un viaje vital por los tres platos que convenció también al jurado aunque los pequeños defectos fueron decisivos. Baqueiro confeccionó cigalas de la abuela Amalia, mero de ida y vuelta y cremoso de queso con velo de café y helado de almendra.
Ese punto sentimental en su relato que añadía Lorena Castell también fue fundamental.