Conil o Tarifa, los próximos en usar esta metodología
un estudio que contempla el peso del turismo residencial en el municipio y servirá de modelo metodológico para calcular su impacto socioeconómico real en los destinos de la provincia gaditana. Hasta ahora, las administraciones toman decisiones basándose en informes centrados en la demanda hotelera, pero el aumento de viviendas turísticas en los últimos años permitía intuir que el peso del turismo es mayor del que plantean muchas estadísticas oficiales. Y así se ha demostrado.
Chiclana cuenta con un total de 107.600 plazas de alojamiento, aunque sólo 11.254 son hoteleras. Y la mayoría, según el informe elaborado por la Universidad de Cádiz (UCA) y la consultora Adeitur, son viviendas o chalets turísticos sin licencia: hasta 84.598 plazas, un 78% de la oferta total, complementan el destino a espaldas de la administración.
La ciudad, centrada en consolidar un modelo turístico sostenible durante todo el año, quiere prever las consecuencias de ser un destino de playa referente a nivel nacional. En otras palabras: evitar la masificación en verano y crecer en invierno. El estudio explica que la temporada de turismo residencial en la ciudad se alarga hasta seis meses, casi la mitad del año, por lo que los chalets y viviendas turísticas pueden ser una gran herramienta en la estrategia de desestacionalización.
“No podemos obviar lo no reglado porque tenemos que tomar deciones en materia de infraestructuras o estrategia”, explicó José María Roman, que como alcalde cuenta ya con datos de qué supone para su ciudad esta forma de alojamiento no reglado. Además, como vicepresidente de Diputación pretende llevar el método a localidades como Conil, Barbate o Vejer en los próximos años.
El estudio ha investigado incluso el impacto de los excursionistas -quienes pasan el día en Chiclana pero no duermen-, una modalidad de visitante que suele quedar fuera de los registros. Según el informe, generan más de 210.000 euros en los meses de verano, aunque tres de cada cuatro euros del impacto total fueron generados por turistas que sí dormían en la ciudad, siendo el alojamiento su gasto más considerable, un 31% del total.
En números absolutos, en 2021 Chiclana acogió 2,3 millones de turistas que generaron un total de 8,6 millones de pernoctaciones. El gasto medio de un turista que pernoctó durante el verano de 2021 en Chiclana fue de 114 euros, 30 euros más de la media que tiene la provincia de Cádiz en su conjunto.
Manuel Arcila, director del departamento de Geografía, destacó en su intervención que quiere que este Modelo se convierta en una herramienta metodológica que sirva al Observatorio Turístico del Patronato. José María Román fijó dos retos para el sector turístico provincial, según la información que arroja esta investigación. En primer lugar, la necesidad de ordenar la oferta turística; y, en segundo, seguir aplicando esfuerzos por parte de todos los agentes turísticos para mejorar las cifras de noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo. Según anunció, destinos como Conil, Tarifa o Vejer podrían ser los siguientes.
Otra de las conclusiones que aporta el estudio es que los meses de julio, agosto y septiembre concentran más del 53% de los turistas que visitan Chiclana y el 62,5% de pernoctaciones. Sin embargo, si se suma el periodo comprendido entre mayo y octubre, la cifra se eleva hasta el 84% de turistas y el 89% de pernoctaciones.Así, la campaña del turismo residencial de temporada se alarga hasta los casi seis meses.
Los investigadores han creado un modelo aplicable a más destinos turísticos de la provincia