El Congreso, lejos de rebajar el tono, sigue en la dialéctica agresiva
● La Presidencia de la Cámara se muestra más contundente para intentar cortar los exabruptos
El Congreso de los Diputados sigue enredado en una dialéctica agresiva, protagonizada sobre todo en los extremos ideológicos, y algunos diputados no parecen dispuestos a rebajar el volumen, aunque a la Presidencia de la Cámara se la ve más contundente para intentar rebajar el tono.
Ayer la Presidencia del Congreso tuvo que pedir que retiraran del diario de sesiones las palabras “filoterrorista”, que volvió a proferir una diputada de Vox durante el pleno, y el término “fascista” que utilizó otro representante de la izquierda para referirse a los de Santiago Abascal.
Y eso no gustó a un lado y a otro porque creen que es meter la tijera en lo que para ellos forma parte del debate parlamentario.
Pero la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, lo tiene claro y pidió a los diputados que cuando se suban a la tribuna no lo hagan para “ofender y herir” a otros compañeros, porque todos representan a los ciudadanos.
“Quiero un compromiso de colaborar y dignificar y estar a la altura de lo que representamos y se espera de nosotros”, dijo Batet al recordarles que si no lo hacen estarán vulnerando el artículo 16 del Reglamento de la Cámara, donde se les conmina a respetar, entre otras cosas, la disciplina y la cortesía parlamentarias.
En todo caso, a algunos diputados no les parece bien que se limite el lenguaje en determinados aspectos, como puso de relieve Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, que criticó a la Presidencia del Congreso por