Un día para aparcar la tensión
● Toque de atención a los diputados en la visita al Congreso por el Día de la Constitución ● Los ciudadanos les piden menos bronca y más diálogo
Tras una semana de enorme tensión en el Congreso, con insultos cruzados de uno a otro lado de la bancada y con la sensación de que la cortesía parlamentaria forma parte del pasado, los ciudadanos han querido dar un toque de atención a los diputados: menos bronca y más ingenio.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, abrió ayer la Puerta de los Leones para recibir a los primeros ciudadanos en la jornada de puertas abiertas por el Día de la Constitución y pidió a los diputados que se “contagien” del respeto que le transmitió la ciudadanía, preocupada por el clima de tensión.
Mario, un joven que repite todos los años, fue el primero en acceder al Vestíbulo de Isabel II y saludar a la presidenta del Congreso, que durante más de diez minutos dio la bienvenida a los primeros cincuenta ciudadanos.
Batet, acompañada por miembros de la Mesa del Congreso, la secretaria general del grupo socialista Isaura Leal, los portavoces del PP Cuca Gamarra, de Vox Iván Espinosa de los Monteros y por diputados de casi todos los partidos, saludó de forma distendida a todas las personas, que según dijo “entran con muchísimo respeto y es un buen día para reflexionar y ver que ese respeto, esas ganas de aprender, de escuchar y de hablar con los representantes de los ciudadanos, tiene que contagiarnos a todos”.
Batet elogió el “entusiasmo” de la ciudadanía por “conocer también al que piensa distinto que nosotros” y reconoció la preocupación unánime que le trasladaron por controlar la crispación.
“Que pongan un poco más de orden... se pelean mucho”, decía Benita, una mujer octogenaria que ha visitado el Congreso por primera vez. Falta el ingenio, la sorna y el debate dialéctico que no descalifica y que es capaz de sacar la carcajada al contrario. Fueron algunos de los comentarios de los ciudadanos, pero la de ayer no era jornada de bronca.
Las fotos en grupo, por separado, en familia, con diputados o incluso un con el retrato de José Bono estuvieron a la orden del día, aunque la mayoría de los visitantes pedía a sus señorías llegar a más acuerdos.
“Da pena verles a la gresca. No merece la pena”, decía Francisco, de 25 años, y también Antonio, sevillano de 69 años, echaba en falta más concordia: “Se ha perdido el talante de la transición; es bueno que haya vidilla y discrepen, pero desde el respeto”.
Una familia con su hijo de 21 años que venía de Málaga les ha pedido que den “una imagen real de lo que son” y que las descalificaciones no centren los debates.
“Hay que explicar que en el Congreso se habla mucho, se dialoga mucho también, aunque a veces haya bronca”, respondía un joven diputado que pasaba algo más desapercibido y que al no ser reconocido comentaba que era porque él no era el que la “liaba”.
Dirigentes de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos o Cs mostraron su mejor imagen, hablando entre ellos y con los visitantes, que no solo se mostraban interesados por ver los “tiros” del 23F.
Hoy, a las 19:00, el diputado y secretario cuarto de la Mesa del Congreso, Adolfo Suárez Illana, cerrará la Puerta de los Leones y se despedirá así de la Cámara tras anunciar su marcha.
Batet reconoció la preocupación unánime que le trasladaron por controlar la crispación