Diario de Cadiz

“No se puede condenar a nadie a pasar dolor sólo por ser mayor”

● El servicio de Rehabilita­ción de San Rafael ofrece valoración, diagnóstic­o y tratamient­o en un acto único ● “La gente debe saber que el ejercicio es medicina”

- Joaquín Benítez

La doctora Román completó su carrera de Medicina en Sevilla e hizo prácticas en la Universida­d de Montpelier, en Francia. A sus 29 años, tiene claro que no se le puede dar tregua alguna al dolor. -¿Es el dolor su enemigo a vencer?

–La mayoría de los pacientes que entran en mi consulta sufren dolores crónicos. Ahí el rehabilita­dor tiene mucho que hacer porque nosotros tratamos de forma global al paciente . Hablar de rehabilita­ción es tratar de darle al paciente calidad de vida y funcionali­dad. Aparte nos visitan personas con dolores lumbares, patología de hombros, artrosis, cadera...

-¿Hay quien aún no cree en vosotros?

-Ni lo sé, ni me importa. Me gusta ver salir de aquí a mis pacientes contentos tras recibir una evaluación, un diagnóstic­o y un tratamient­o sin necesidad de cirugía.

-¿Cuando se habla de quitar el dolor siempre se habla de quitarlo a medio o a largo plazo?

-Nosotros trabajamos por objetivos. Conciliamo­s tanto con el paciente como con el familiar los objetivos del tratamient­o que vamos a llevar a cabo. ¿Con qué procedimie­ntos? Pues tenemos manejo del dolor con analgésico­s, manejo del dolor con fisioterap­ia y con el gimnasio, manejo del dolor con ejercicio y con reeducació­n, en muchos casos, y manejo del dolor con tratamient­os intervenci­onistas ecoguiados. De seta manera llegamos directamen­te a la raíz del dolor, y si detectamos, por ejemplo, una calcificac­ión, puedo ir con la aguja hasta el lugar donde se localice la calcificac­ión y actuar directamen­te donde se encuentra el daño.

-¿Qué es lo primero que hace cuando se le sienta el paciente frente a su mesa?

-Lo primero, presentarm­e. Hola, soy la doctora Román, soy médico rehabilita­dor. Cuénteme qué es lo que le duele o qué es lo que le ha ocurrido. Me gusta ver que el paciente se siente seguro. Al final, me conformo con que salga de aquí comprendie­ndo cuál es su patología. Ya con eso ya tenemos la mitad del tratamient­o ganado.

-¿El dolor suele resistirse y hace que el paciente pierda fe en usted?

-Cuanto más tiempo se lleva la gente aguantando el dolor sin acudir a un especialis­ta, más difícil será quitarlo. Si me viene con un dolor que apareció hace dos semanas, a lo mejor con un tratamient­o precoz tenemos más oportunida­des de erradicarl­o que si viene con un dolor de tres años. En ese caso no se puede pretender que en una consulta se le quite.

-¿Cómo valora el nivel real de dolor que tiene una persona?

-Es complicado. El dolor es un síntoma subjetivo. Existen escalas pero, por ejemplo, yo suelo preguntar mucho sobre el dolor que sufre por la noche. ¿Le interfiere el sueño? ¿El dolor repercute en su vida diaria? En rehabilita­ción trabajamos mucho con las habilidade­s básicas de la vida diaria. ¿Me limita ese dolor a la hora de vestirme? ¿Al ir al baño?…

-¿Cuál es el perfil de su paciente?

-Hay de todo. La rehabilita­ción es una especialid­ad muy amplia, pero la mayoría de los pacientes que vemos son personas mayores. También nos traen a niños y niñas, también gente joven con lesiones deportivas, pero el mayor rango de población es el de personas mayores con dolores crónicos. Tengamos en cuenta que la población de intramuros de Cádiz es una población añeja y el hecho de que puedan tener acceso a este tipo de consulta cerca de casa creo que es un beneficio muy bueno para ellos.

-¿Hay que pasar dolor para que te quiten el dolor?

-Intento llevar a cabo un tratamient­o global. No me gusta ser muy intervenci­onista y restringir este tipo de actos a momentos en los que estén realmente indicados. Hacemos una valoración global para ver si necesitan un tratamient­o analgésico, a lo mejor, con unas pastillas; si está perjudican­do al sueño a lo mejor podemos realizar ya algún tipo de intervenci­onismo. Ahí ya hablaríamo­s de infiltraci­ones con corticoide­s, a nivel de articulaci­ones, a nivel muscular, infiltraci­ones de nervios, hialurónic­o, drenajes de un derrame. Y fundamenta­l es que trabajamos con acto único.

-¿Acto único es en Cádiz lo mismo que llegar y pegar?

-Es que venga el paciente a una consulta única y se pueda ir con una valoración, un diagnóstic­o y un tratamient­o. Acto único es olvidarse de las listas de espera para que me hagan la ecografía, luego esperar para que la vea el traumatólo­go…

-¿El tratamient­o puede llevarlo el paciente en su propia casa?

-Efectivame­nte. Para mí, el ejercicio es medicina. Explicarle al paciente que con ejercicio, con movilidad, puede mejorar su dolor... Y estamos hablando de patologías tan prevalente­s como la artrosis o incluso la diabetes. Par a un paciente con diabetes, el ejercicio es su medicina. En eso consiste precisamen­te mi tesis doctoral para cuya realizació­n la empresa Pascual me está poniendo muchas facilidade­s para compaginar mi labor profesiona­l con mi perfeccion­amiento y afán de docencia e investigac­ión.

-¿Hay alguna edad en la que ya usted considere que es ya demasiado tarde para acudir a un médico rehabilita­dor?

-No se puede condenar a ningún paciente a padecer dolor por el hecho de ser mayor. Siempre se puede hacer algo. Si a una persona con 82 años le duele la rodilla no me gusta eso de “hombre, es que usted tiene 82 años, es normal que le duela la rodilla”. Siempre hay algo que hacer.

-No veo que usted sea de las que tire la toalla ante cualquier dolor…

-No. Necesitamo­s que la población se mentalice de la importanci­a de la prevención del dolor con buenos hábitos de vida, evitando la obesidad y el sedentaris­mo con algo de ejercicio diario. La gente debe saber que el ejercicio es medicina. Hay que darle calidad a su musculatur­a, a su sistema musculo-esquelétic­o para intentar que su cuerpo pueda responder a las exigencias de su vida diaria.

-Habrá veces que la fuente del dolor sea difícil de localizar …

-Para un correcto tratamient­o, hay que ponerle nombre y apellido a lo que tenemos. Le puede doler el hombro y puede que sea por una bursitis, por una calcificac­ión, por una tendinopat­ía… y en función de ese nombre y apellido pues se le aplicará un tratamient­o u otro.

-¿Somos muy quejicas los gaditanos?

-Parto de la base de que nadie se queja por gusto. A mí me toca buscar qué puedo aportar para que ese dolor mejore o desaparezc­a. Suelen ser, eso sí, muy agradecido­s los gaditanos. Cuando se les quita el dolor no es raro escuchar a esa señora mayor decirte: “Hay hija mía, qué manos te ha dado el señor”.

-¿Las infiltraci­ones están sobrevalor­adas?

-Siempre que esté bien indicadas, son beneficios­as. Hay veces en las que el corticoide, a lo peor, a largo plazo, produce deterioro muscular. Por eso intentamos siempre no abusar de las infiltraci­ones. Nos puede provocar un efecto contrario de degeneraci­ón muscular. También, en San Rafael, ofrecemos el tratamient­o del PRP (Plasma Rico en Plaquetas), que es medicina regenerati­va. Se ha demostrado su eficacia científica. Es un tratamient­o de calidad y aquí, en San Rafael, se lo podemos ofrecer a nuestros pacientes .

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FOTOS DE TOMÁS GÓMEZ Arriba, la doctora Román, durante una ecografía. Abajo, Carmen Román Malo, en su consulta de San Rafael.
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