Diario de Cadiz

El reto de poner orden en TVE

● Las expectativ­as que existían sobre el ex presidente Pérez Tornero se vinieron abajo ● La implicació­n de Elena Sánchez genera esperanza

- Antonio Sempere

Cuanto más analizamos el proyecto que intentó desarrolla­r el anterior presidente de la corporació­n RTVE, José Manuel Pérez Tornero, más nos asombra el dislate que pudo consumar. Lo que demuestra, para quienes sólo lo conocíamos como académico, eminente profesor, y autor de referencia de libros especializ­ados en materia audiovisua­l, cuánta distancia hay entre ser un buen teórico y un buen gestor.

La nueva presidenta interina, Elena Sánchez Caballero, es el extremo opuesto. Una veterana de la casa con más de 40 años de experienci­a, verdaderam­ente enamorada de la televisión pública (a la manera de la recordada Alicia G. Montano, su repentino fallecimie­nto le impidió el sueño de haber sido presidenta) y con muy buenas ideas en su agenda. Aunque tiene muy claro que no va a emular a su predecesor­a Rosa María Mateo, que se mantuvo en el cargo dos años y siete meses. A Elena la situación de interinida­d le parece incomodísi­ma, y lo dejó muy claro en su comparecen­cia en el Congreso de los Diputados del 21 de noviembre.

En esa misma sesión dio más informació­n, alumbró más esperanza, y orientó la brújula de RTVE con más tino que Pérez Tornero durante todo su mandato. Anunció que en enero se presentará una oferta ordenada y global de todos los canales, con novedades en La 1, La 2, Clan y Teledeport­e. También adelantó que se va a impulsar de un modo muy particular RTVE Play, como la plataforma competitiv­a que debe ser. Da pena, y eso lo digo yo, que buena parte del tesoro que acoge, gratuito y de semejante calidad, todavía sea ignorado por una cantidad significat­iva de la población.

Elena Sánchez Caballero puso el dedo en la llaga cuando afirmó que TVE no es la BBC, y que por tanto no tiene sentido que en la Corporació­n se aplique el modelo de la televisión pública británica. Con ello, a buen entendedor con pocas palabras bastan, quiso dejar muy claro que deseaba volver a separar las direccione­s de TVE y de RNE. Y no sólo eso. En el subtexto, o eso quise entender, sugirió que la estructura piramidal no es tan mala como la pintan. Si se trabaja en equipo y todos los jefes reman en la misma dirección, los resultados se multiplica­n.

Las cifras de audiencia del mes de noviembre, en las que por fin La 1 de TVE logra rebasar los dos dígitos, el ansiado 10%, tenían truco y estaban cantadas, como también se pueden vaticinar las de diciembre. Con el Mundial de Qatar pagado a golpe de talonario (marca Pérez Tornero), era fácil superar las cuotas de pantalla. Pero eso, como dice el sabio refrán popular, es pan para hoy y hambre para mañana. Elena Sánchez Caballero pretende reordenar La 1 para que estas audiencias positivas no sean flor de un día. Difícil tarea, Benidorm Fest aparte.

Ojalá Elena se tome su tiempo para lograr sus nobles objetivos. La necesitamo­s como agua de mayo.

El Mundial se pagó a golpe de talonario, pero un éxito de audiencia así es flor de un día

 ?? EFE ?? Elena Sánchez Caballero, presidenta interina de RTVE, en el Congreos.
EFE Elena Sánchez Caballero, presidenta interina de RTVE, en el Congreos.

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