Un museo marcado por el elemento tecnológico
Dar forma al contenido del Museo Camarón, su museografía, supuso una aventura y un gran reto para su responsable, el productor José Carlos Conde. “Trabajar sobre una persona llamada José Monje, Camarón de La Isla, fue difícil. Me ocurrió lo mismo al hacerlo sobre Curro Romero”, admite. En el caso del artista isleño debían saber hablar de flamenco, y para ello fue necesario rodearse de expertos en la materia. “Nosotros sabemos ejecutarlo”, precisa. De esa puesta en escena en el Museo Camarón destaca la importancia de la innovatamiento ción. “Intentamos que el museo fuera muy tecnológico. Creemos en eso: en museos dinámicos, no estáticos. Colgar guitarras en la pared o poner algo en vitrinas está bien, pero alrededor deben existir elementos que lo hagan más interactivo y participativo”, expone. Es el camino para llegar al público joven, nativo de la tecnología. Su apuesta de acercar el flamenco de esta manera, desde la innovación, contrasta con otros espacios expositivos actuales centrados solo en los elementos materiales. “Es un fallo”, insiste con una visión en la que estaba de acuerdo el Ayundesde el primer momento. “Por supuesto que debíamos tener objetos fetiche [ahí están las camisas, las guitarras, el mercedes], pero contamos con vídeos y cintas [que se proyectan en pantallas y se escuchan durante las visitas], y otras que tenemos reservadas porque este debe ser un espacio innovador, que debe ir cambiando y creciendo”, defiende la alcaldesa, Patricia Cavada. No fue fácil hacerlo realidad en plena pandemia, con la museografía ya montada y la necesidad de hacer las pruebas audiovisuales, recuerda.