Diario de Cadiz

La trágica migración de las alcas

● La comunidad científica muestra su preocupaci­ón por la mortandad en el Estrecho de esta especie de ave marina, a medio camino entre las gaviotas y los pingüinos

-

La llegada este invierno a las costas del mediterrán­eo español y del Campo de Gibraltar de alcas, un ave marina que guarda cierto parecido con los pingüinos, ha suscitado extrañeza y preocupaci­ón, pero los expertos creen que lo único singular es que muchas hayan llegado muertas o moribundas.

El hecho de que las alcas comunes sean físicament­e parecidas a los pingüinos y que su hábitat de cría sea el Atlántico norte (islas británicas, Islandia, Noruega, la Bretaña francesa), ha llevado a muchos a especular con que su aparición en la costa de Cataluña, Alicante, Murcia o Cádiz podía ser un trastorno más del cambio climático.

“Es razonablem­ente común que lleguen aquí a pasar el invierno”, ha indicado a Efe Pep Arcos, experto en aves marinas de la organizaci­ón SEO/BirdLife.

En realidad las alcas comunes son “parientes muy cercanos de las gaviotas y muy lejanos de los pingüinos”, asegura este experto. La sorpresa, cuenta, es que este año, haya habido más y haya sido mucho más fácil verlas.

“En los años 80 o 90 se contabiliz­aban unos 35.000 o 40.000 individuos cruzando el Estrecho de Gibraltar”, explica. Pero en la última década “se ha enrarecido” verles y, con años mejores y años peores, apenas se les veía visitando la zona.

El experto cree que una de las hipótesis es que al haberse suavizado los inviernos, estas aves ya no necesiten viajar tan lejos para pasar el invierno y han preferido quedarse en el Cantábrico

o el golfo de Vizcaya.

En este invierno, sin embargo, las alcas han vuelto en gran número a las costas españolas del Mediterrán­eo o al menos se les ha visto mucho más.

Y este invierno esta ave que no migra volando, sino bordeando las costas y que, por lo general, suele vivir a 2 o 3 kilómetros de la costa, ha decidido acercarse mucho más a la costa, a puertos y playas, como refugiándo­se, con lo que ha sido más fácil verlas.

Decenas de ellas han aparecido muertas, o moribundas, extremadam­ente débiles. “La explicació­n más plausible es que en su migración han pillado temporales fuertes en el Atlántico”, aventura Pep Arcos.

En un temporal las alcas no pueden alimentars­e fácilmente porque no pueden bucear. Además esta ave, que suele pesar medio kilo de pico a cola, y medir entre 38 y 43 centímetro­s, como una gaviota mediana, tiene unas alas pequeñas, por lo que si el viaje de migración se ha complicado por las tormentas su gasto energético se ha debido multiplica­r.

“Parece que han llegado extenuadas, algunas incluso con la musculatur­a del pecho dañada, sin capacidad para asimilar el alimento, incapaces de recuperars­e”, sostiene el experto.

Con esta hipótesis, la dureza del viaje debido a temporales en el Atlántico, ha sido entonces lo más novedoso este año del viaje invernal de esta ave.

“Yo me siento como si hubiera vuelto a finales de los 80, cuando empecé a observar las aves”, cuenta el experto de SEO/Bird.

Arcos cuenta que al igual que los pingüinos, las alcas son pesadas, muy buenas buceando y tienen las alas cortas. Pero a diferencia de ellos mantienen la capacidad de vuelo. “Es posible que se hayan adaptado al medio con la misma estrategia de los pingüinos y por eso han acabado pareciéndo­se”, indica. Pero en realidad, no se les puede considerar ni familia cercana.

Otra cosa es que hasta hace 200 años, cuando se extinguió, existiera en el Atlántico norte una alca llamada “gigante”, de dos o tres veces el tamaño de una común y que, como los pingüinos, no volaba. “Como era muy fácil cazarlas, los marineros las tomaban como carne o como reserva de grasa, por eso se extinguier­on”, cuenta el experto.

La dureza de los temporales ha provocado que las alcas lleguen extenuadas

 ?? EFE/PEP ARCOS SEO BIRDLIFE. ?? El ave marina guarda parecido con los pingüinos.
EFE/PEP ARCOS SEO BIRDLIFE. El ave marina guarda parecido con los pingüinos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain