Sánchez apela a que las lenguas oficiales sean “puente y no fronteras”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló ayer a que las lenguas oficiales, reconocidas en la Constitución, “sean puente y no fronteras”, y defendió que el español “no sea una barrera, sino una palanca de cosas positivas”.
“Nos ayudan a situarnos en espacios de encuentro en tiempos de tanto ruido, nos enseñan a distinguir la verdadera libertad y nos hablan de los valores de la democracia”, declaró Sánchez.
Así lo dijo durante su intervención en la presentación del Centro de Inteligencia de la Nueva Economía de la Lengua, celebrada en San Millán de la Cogolla (La Rioja), con motivo
También quiere que el español no sea “una barrera sino una palanca”
del vigésimo quinto aniversario de la declaración de los monasterios de Yuso y Suso como Patrimonio de la Humanidad al ser “cuna del español”.
“El español –comentó– es una de nuestras mayores riquezas” y quiere que la “lengua descifre el presente y también trate de interpretar ese futuro, que está en la cultura y en la ciencia, en el lenguaje de la tecnología y la expansión de nuestro idioma”.
Subrayó que “algo intangible, pero vivo y vital”, como son las lenguas con las que se aprende a nombrar el mundo y, después, evidentemente, a entenderlo, “se transformen también en un patrimonio tangible”.
“Son patrimonio –recalcó– todas las lenguas que se hablan en nuestro país, las que están reconocidas en la Constitución y que la ciencia escribe, particularmente, en español y en los nuevos lenguajes tecnológicos”.
El español, recalcó, “lo hablan más de 600 millones en el mundo; se origina en lugares como este –los monasterios riojanos de Yuso y Suso–, atraviesa el mundo para mezclarse con otras lenguas y acabar formando parte del paisaje sonoro de calles y ciudades tan lejanas como Nueva York”.
Por otra parte, se refirió a que España “es hoy un país que crece de forma robusta en comparación con otros de la UE”.