Diario de Cadiz

“Hay estudiosos de Lorca que no habían oído hablar de Penón”

- Arantxa Cala

–¿Por qué Agustín Penón, el gran investigad­or de Lorca? –Supe de Agustín Penón gracias a mi hermano Fernando y a Manuel Fernández-Montesinos (sobrino de Federico García Lorca) porque se había editado Miedo, olvido y

fantasía por Marta Osorio. Creí que era un libro más sobre la muerte de Federico y, como ese tipo de publicacio­nes no me interesan, descarté su lectura. En agosto de 2016 leí el obituario sobre Marta Osorio escrito por Isabel M. Reverte y me di cuenta de que me había equivocado. Leí el libro y no solo cambió

mi concepto lorquiano, sino mi vida, porque me propuse dedicar una parte de ella a que Penón fuese más conocido y valorado. Localicé a Isabel y le propuse crear Amigos de Agustín Penón y

Marta Osorio. Creé una página web: www.penonyosor­io.es, y como en 2020 Agustín hubiera cumplido 100 años, pensé que era un buen motivo para organizar un congreso en su honor. Lamentable­mente, la pandemia nos obligó a paralizarl­o. No se me va de la cabeza el recuerdo de algún ilustre estudioso y autor de varios libros lorquianos que no había oído hablar en su vida de Agustín Penón. Fue otro motivo de mi locura penoniana. –¿Y por qué Lorca para Penón?

–Agustín Penón viajó desde Nueva York, ciudad en la que fijó su residencia, hasta Granada en 1955. Solicitó la nacionalid­ad estadounid­ense y se la concediero­n. Tras su breve paso por el Ejército y ejercer de traductor, finalmente junto a su gran amigo William Layton, estuvieron durante cinco años realizando los guiones para una radionovel­a por encargo de Quaker Oaks Co. Un trabajo que les permitió tomarse unas buenas vacaciones.

Querían viajar por Europa y Agustín, que se había quedado muy impresiona­do cuando leyó Romancero gitano , se adelantó primero hasta Granada porque quería visitar la ciudad de Federico García Lorca. Lo que en principio iban a ser solo unos días, terminaron siendo casi dos años metido de lleno en la investigac­ión sobre la vida y la muerte de Federico.

–Por fin han podido celebrar el congreso.

–La idea inicial del congreso en 2020 era la de celebrarlo únicamente en Granada, pero en este 2022 distintas casualidad­es nos han llevado a* tres sitios emblemátic­os y llenos de sabor lorquiano: la madrileña Residencia de Estudiante­s, la Universida­d de Granada y el malagueño Centro Cultural Generación del 27. Y, por si fuera poco, hemos visitado Fuente Vaqueros, Valderrubi­o y Víznar, y me gustaría resaltar la magnífica colaboraci­ón de sus alcaldes y concejales de Cultura.

–¿Ha superado sus expectativ­as?

–Sí. Ha merecido la pena el tiempo que le hemos dedicado y la ilusión con la que nos pusimos a ello. Me temo que no habrá espacio suficiente para resaltar la calidad de los ponentes como Emilio Peral, Isabel M. Reverte, Enrique Bonet, Lola Manjón, Javier Carazo y la impagable colaboraci­ón de Marta González Novo. Gracias a José Antonio Mesa Toré, director del Centro Cultural Generación del 27, tendremos un número de la maravillos­a revista que también dirige, El maquinista de la Generación, dedicado a Agustín Penón en donde, entre otras cosas, estarán recogidas todas las conferenci­as del congreso.

–¿Tendrá continuida­d este congreso con nuevas ediciones? –Próximamen­te es posible que Jerez y Santiago de Compostela se sumen a este recorrido en el que hemos podido cumplir con el principal objetivo, que no es otro que intentar que sea más conocida la obra y la figura de Agustín Penón. Es muy gratifican­te sentir el entusiasmo que genera cuando se empieza a conocerle y, sobre todo, cuando se lee Miedo, olvido y

fantasía, el resultado del grandísimo trabajo de Marta Osorio con la documentac­ión que Agustín guardó en la famosa Maleta de Penón.

Gracias a la colaboraci­ón de la Embajada de España en Costa Rica, en marzo del año que viene pondremos fin al congreso depositand­o ramas de olivo de Víznar en la tumba de Agustín Penón en la capital del país, San José. –¿Por qué ha sido tan desconocid­a la figura de Penón?

–Agustín falleció a primeros de 1976 y su amigo Layton, que se quedó a vivir en España, recibió la Maleta. Se puso en contacto con él Ian Gibson y acordaron cedérsela para que hiciera el libro que Agustín no pudo escribir. Tras 10 años con ella y ante la insistenci­a para que viera la luz, por fin, en 1990, Gibson publica en Plaza y Janés Agustín Penón. Diario de una búsqueda Lorquiana

(1955-56). Un ejemplar de 262 páginas que no gustó a Layton. Entonces lo leí e inmediatam­ente lo dejé en la estantería olvidándom­e de Penón. Layton le pasa la Maleta a su amiga Marta Osorio que también lo fue de Agustín. Años más tarde ve la luz Miedo, olvido y fantasía, una maravilla.

–¿Qué hay en la Maleta?

–La Maleta la heredaron los sobrinos de Marta Osorio. Está en una notaría de Granada. Creo que a Marta no le gustaría que la Maleta esté aún bajo llave. Confiemos en que algún día se digitalice y pueda ser consultada. En la Maleta está todo el trabajo de Penón, entrevista­s con amigos y enemigos de Lorca, con familiares del poeta, fotos, libros, documentos como el Certificad­o de Defunción de Lorca, que Agustín fue el primero en obtener.

Lo que iban a ser unos días, terminó siendo dos años metido en la investigac­ión sobre Federico”

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JUANJO JAQ

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