“Mantícora’ se sumerge en la oscuridad profunda del ser humano”
Actriz
–La película Mantícora entrelaza la inquietud de la intriga con el golpe del terror. ¿Cómo es su personaje en esta historia de veinteañeros, videojuegos y secretos inconfesables? –Sandra es un personaje que se sitúa fuera del misterio o del terror. Su papel difiere del tono general de la historia. Es un ser de luz que escapa a las trampas del miedo. El terror es ese mundo donde la razón, lo moralmente aceptable y la legalidad de los actos se tambalean. Sandra ancla en el espectador en la seguridad, en la bondad y en la confianza de una solución.
–En el Festival de Sitges esta película incomodó al público. Que ya es decir tratándose de un festival donde nadie va desprevenido.
se sumerge en la oscuridad más profunda del ser humano. Cuando leí el guion también me agitó profundamente. Es más incómoda de la que parece. Estamos ante una película atrevida, provocativa pero sin ir a lo simple. Diría que es valiente y brutalmente honesta. nos enfrenta al espejo de nuestros miedos y tal vez miserias como seres humanos... Es más compleja de lo que puede parecer.
–¿Se siente como su personaje, Sandra, una vía de escape de sensatez entre el caos?
–Me siento identificada en la sonrisa, en la proximidad, en la confianza. Me gusta tener complicidad con los compañeros. Me gustaría pensar que Aitziber, la persona real, tiene de Sandra la capacidad de liderar una empresa, un grupo de trabajo, desde el buen ambiente, la empatía y el entusiasmo. Sandra es una apasionada de su trabajo, y en eso, la ficción y la realidad coinciden. –La hemos visto en comedias, en serie de televisión que iban a buscar la risa, y es en el género donde se siente más a gusto. Ya que se tiene tan manido ese término de zona de confort, ¿una película de terror le reta a escapar de lo seguro?
–Si es por escapar de la zona de confort, me he sentido muy cómoda fuera de ella. En la comedia estoy muy a gusto y en he tenido que ponerme seria conmigo mismo. Buscar mi parte más seria, desde la verdad, pero sin fingimientos forzados. No quiere verme en un disfraz. Indagando en la realidad el drama, la intriga, son más sencillas de desarrollar.
–¿Cómo ha sido la dirección de Carlos Vermut?
–Es un vínculo de confianza. aceptación de alternativas de una manera sencilla, sin egos. Es una relación de trabajo con toda franqueza y aceptación.
–¿Y si el director, por ejemplo, no quiere que se le toque su guion?
–También hay margen para negociar, para observar y mejorar si es posible. Carlos Vermut es un director con una genialidad única, que levanta guiones potentes y promueve películas con personalidad. En esa grandiosidad de sus guiones consigue que ningún personaje parezca pequeño. Tiene el don del detalle, de dotar a cada personaje de un protagonismo propio sea cual sea su presencia de tiempo en la acción. No es fácil de cumplir, contribuir a que cada aparición sea valiosa y permita al intérprete esforzarse por dar lo mejor de sí mismo.
–En la historia de este joven que se dedica a los videojuegos de la película de Carlos Vermut, ¿adelantaría alguna conclusión de cara al espectador?
–En se plantea y se muestra la delgada línea que hay entre lo moral y lo legal.
–Para un fin de semana, o un día de puente, en casa ¿nos hace su selección de películas para buscar por las plataformas?
No quiero verme en un disfraz. Indagando en la realidad el drama es más sencillo de desarrollar”