16 meses de prisión para el profesor que amordazó y ató a un niño con autismo en Jerez
● El juez ve un “desprecio total y absoluto” por parte del educador hacia “la dignidad del menor” en un acto “de tal vileza y crueldad”
El Juzgado de lo Penal número 3 de Jerez ha condenado a 16 meses de prisión a un profesor por insultos y vejaciones a un niño con autismo, además de inhabilitarle para el ejercicio de la profesión de profesor de alumnos menores de edad por un año.
Los hechos se conocieron en 2019, cuando los padres del niño, con una discapacidad psíquica del 41% y con autismo de alto funcionamiento, denunciaron “las vejaciones e insultos” que el menor, alumno del colegio María Auxiliadora, había sufrido por parte de uno de sus profesores. El Juzgado de Instrucción número 5 de Jerez abrió las diligencias previas y ahora el de lo Penal ha emitido la sentencia.
En los hechos probados, la sentencia explica que “en el curso escolar, sin poder precisar el día exacto pero próximo al Día de Andalucía, durante una clase de música y en presencia del resto de sus compañeros, el profesor, como método para corregir” al alumno “por su comportamiento agitado y con pleno conocimiento de que éste padecía autismo, le ató con una cuerda a una silla y le tapó la boca con cinta adhesiva, manteniéndole en esta situación hasta que finalizó la clase”.
Además, “tras las vacaciones de Navidad del curso escolar 2018/2019, el menor desarrolló un cuadro depresivo con conductas de riesgo suicida. Ha quedado probado que el hecho de que el procesado atara y amordazara al menor en clase fue un factor que contribuyó al trastorno adaptativo mixto (ansioso depresivo) desarrollado por el menor”, aunque “no ha quedado probado que el incidente ocurrido en la clase de música sea la causa única y exclusiva del trastorno”.
Entre los fundamentos de derecho se especifica que “el acusado tenía conocimiento de que su alumno padecía un trastorno de espectro autista, es un hecho reconocido por él mismo”.
Además, el informe confeccionado por el forense que intervino en la exploración del menor concluye que “el testimonio prestado por el niño se pude considerar como probablemente cierto”, subrayando además que “los niños con autismo no saben mentir”.
Cuatro alumnos, “testigos directos de lo sucedido en clase”, narraron “que el acusado ató con la cuerda y amordazó” al alumno “debido a que éste estaba alterado”. La circunstancia de que uno de los testigos haya afirmado que “era en plan broma” no desvirtúa que el hecho ocurriera en realidad, según el juez.
Del mismo modo, existe un expediente sancionador tramitado en el colegio, el cual recoge que el profesor ató con cuerdas y amordazó con cinta adhesiva al alumno. “Es totalmente reprobable e inadmisible, pero habiéndose producido hace más de seis meses, está prescrito y no cabe sanción al respecto”, expone.
La sentencia añade que “la actuación en sí misma supone un ataque directo a la dignidad del menor”. En el acto del juicio se intentó poner de manifiesto que fue una simple actuación “de broma” por parte del profesor al alumno; no obstante, “el hecho de atar a un niño con síndrome de espectro autista a una silla, amordazarle con cinta adhesiva y mantenerle en esa situación en presencia de sus propios compañeros es un acto de tal vileza y crueldad que es evidente que supone una humillación hacia el menor y un ataque directo a su dignidad como persona. La relación profesor-alumno no explica ese comportamiento por parte del acusado hacia al menor ni permite considerar que se trató de un simple exceso de confianza por por su parte hacia el alumno. Los hechos declarados probados suponen un desprecio total y absoluto por parte del acusado a la dignidad del menor y a la patología que tiene diagnosticada”.
El fallo condena al profesor como autor penalmente responsable de un delito contra la integridad moral a las penas de 16 meses de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de profesor de alumnos menores de edad por el tiempo de un año.
En concepto de responsabilidad civil derivada de la infracción penal, con la responsabilidad civil subsidiaria del colegio de las Hijas de María Auxiliadora, se fija una indemnización a favor del menor de 5.000 euros por el daño moral causado.