Diario de Cadiz

Miyawaki para conectar (otra vez) con la tierra

● Alumnos del IES Profesor Antonio Muro, en Puerto Real, se han sumado a un novedoso proyecto en el que crean un mini-bosque ecososteni­ble con una técnica japonesa

- C. Perdigones

A los jóvenes les preocupa la conservaci­ón del medio ambiente y la lucha frente al cambio climático. La movilizaci­ón Fridays for Future, que tiene en Greta Thunberg su imagen más visible, ha tenido gran resonancia y ha favorecido que el colectivo juvenil se haya implicado en este proceso. Sin embargo, al mismo tiempo que crece el interés por los asuntos medioambie­ntales, los más jóvenes se alejan de los entornos rurales. “Incluso los chavales de pueblos cada vez tienen menos contacto con el entorno”, dice Víctor Jiménez, de la Fundación Grazalema 2030 Iniciativa Regenerati­va, que está participan­do en un novedoso proyecto junto a chavales de colegios e institutos de la Sierra y de la Bahía de Cádiz.

Con él se persigue poner a los jóvenes en contacto con prácticas más sostenible­s y fomentar un mayor conocimien­to del medio que les rodea, a través de talleres que realizan en los centros educativos. Un parte fundamenta­l es la práctica, para que los más jóvenes reconecten con la tierra. Para ello están usando una novedosa técnica japonesa: Miyawaki. Un bosque, en condicione­s normales, puede arraigar en un plazo de mil años, aunque con la intervenci­ón humana este plazo puede reducirse y fijarse en 100 años. Sin embargo, los defensores del método Miyawaki estiman que, en espacios reducidos, se puede consolidar un minibosque en apenas una década.

En el mundo existen más de mil bosques plantados mediante el método diseñado por el botánico japonés Akira Miyawaki. Son espacios frondosos arraigados en superficie­s de poca extensión e integrados en la trama urbana. Su éxito consiste en maximizar el principio ‘vegetal natural potencial’ y acelerar la reforestac­ión: en concreto, se siembran árboles autóctonos de manera muy densa que, en su crecimient­o posterior, competirán por la luz en respuesta a la denominada dominancia apical.

“Consiste en la competenci­a entre especies”, aclara el profesor del IES Antonia Muro, Abel García, que coordina el proyecto en el centro. El instituto de la Villa, que tiene implantado el proyecto ALDEA, se ha sumado a esta iniciativa que lleva a cabo la Fundación Grazalema 2030 Iniciativa Regenerati­va, en coordinaci­ón con la asociación O-Live Medioambie­nte y La Buena Siembra, gracias a una subvención de 15.000 euros del Área de Coordinaci­ón y Desarrollo Estratégic­o, Productivo y Social de la Diputación de Cádiz.

En Puerto Real, los alumnos de este centro están creando este mini-bosque en un espacio cercano al centro que les ha cedido el Ayuntamien­to. “Participa un grupo reducido de alumnos, de segundo y tercero de Secundaria, que trabajan de una manera distinta a la mayoría de alumnos del centro. Este tipo de actividade­s funcionan muy bien con ellos”, explica Abel García. Antes de llegar a la práctica han recibido talleres de las entidades implicadas, que trabajan todas en el desarrollo rural en diferentes ámbitos: la conservaci­ón de la diversidad, la agricultur­a ecológica y el desarrollo rural.

“Creemos que la sostenibil­idad es un punto que hay que fortalecer, sobre todo entre los más jóvenes”, dice Víctor Jiménez, de la Fundación Grazalema 2030. Por ello, centran sus esfuerzos en dar a conocer las especies autóctonas de cada lugar, su importanci­a y el papel que tienen en el ecosistema. Eso lo llevan también a los espacios urbanos, que es donde se concentra la mayor parte de la población y que “deben enfocarse cada vez más a ser espacios más habitables y sostenible­s en el contexto actual de cambio climático ”.

Los mini-bosques ecososteni­bles se están implantand­o en cinco localidade­s de la provincia de Cádiz. Antes del proceso de siembra se celebrarán jornadas divulgativ­as en centros escolares dedicadas a mostrar la necesidad de mejorar los entornos urbanos, crear espacios verdes que sean sumideros de carbono e implicar a la juventud en esta tarea. Tras estos foros se buscan terrenos públicos idóneos, identifica­ndo sus caracterís­ticas así como sus ventajas en cuanto a nutrientes, y se plantan especies autóctonas en muy alta densidad y diversidad. Durante los dos primeros años se precisará un sistema de riego por goteo y, a partir del tercer año, el mini-bosque apenas requerirá mantenimie­nto. Se estima que con este método la frondosida­d de las especies plantadas preserva la humedad de la tierra.

El Ayuntamien­to les ha cedido el terreno para llevar a cabo el proyecto que financia Diputación

 ?? C.P. ?? Los estudiante­s reciben explicacio­nes de los coordinado­res del proyecto.
C.P. Los estudiante­s reciben explicacio­nes de los coordinado­res del proyecto.
 ?? C.P. ?? Víctor Jiménez ayuda a los estudiante­s en la plantación.
C.P. Víctor Jiménez ayuda a los estudiante­s en la plantación.
 ?? C.P. ?? Dos alumnas protegen con paja los plantones que ya han sembrado.
C.P. Dos alumnas protegen con paja los plantones que ya han sembrado.
 ?? C.P. ?? Alumnos del IES Antonio Muro preparan el terreno para el mini-bosque.
C.P. Alumnos del IES Antonio Muro preparan el terreno para el mini-bosque.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain