La compañía La Tía Norica recibe el Maximino de Honor
● La Fundación SGAE recupera el galardón con el que reconoce a las artes escénicas de la ciudad que cada año acoge los Max
“Recibimos este premio en nombre de todas las mujeres y de todos lo hombres que desde hace dos siglos y medio vienen trabajando para mantener esta tradición que, afortunadamente, sigue viva, al igual que a la cantidad de generaciones de gaditanos que con su presencia año tras año en nuestros espectáculos han contribuido a que La Tía Norica forme parte de la seña de identidad de esta ciudad”. Con estas palabras, Pepe Bablé, director de la compañía gaditana La Tía Norica, agradecía el Premio Maximino de Honor que la Fundación SGAE entregó ayer a la formación de títeres gaditana como antesala de la celebración de los XXVI Premios Max, que se celebran este 17 de abril en Cádiz.
El anuncio, y entrega de este galardón “que la Fundación SGAE entregaba hace unos años y que ahora recuperamos”, según explicó Rubén Gutiérrez, director de la entidad organizadora, tuvo lugar en el Gran Teatro Falla durante la presentación a los medios de comunicación del avance de la gala de los Max que dirigen los dramaturgos y actores gaditanos Ana López Segovia y José Troncoso.
Así, al término del encuentro informativo, Gutiérrez ofreció la pequeña manzana verde tocada con el antifaz a Bablé, que estuvo acompañado de buena parte de los artistas que actualmente forman parte de la bicentenaria compañía gaditana que mantiene viva la tradición de sus antepasados con la puesta en escena anual tanto de los
en fechas navideñas, como de que llega al escenario del teatro gaditano que lleva el nombre de la compañía durante la primavera.
Con este galardón, la Fundación SGAE, como recordó su director general, reconoce la labor de “proyectos
especiales que se desarrollan en las ciudades que cada año acogen nuestros premios”. De esta forma, en el caso de La Tía Norica, ha querido poner en valor la “excepcionalidad” de que un manifestación artística haya sido capaz de representar “como pocas” una “forma de entender la vida”, convirtiéndose así “en uno de los símbolos de una ciudad”. “Esto ocurre en muy pocas ocasiones en nuestro país”, incidió Gutiérrez sobre el carácter genuino y patrimonial de la compañía.
“Honrados” y “llenos de orgullo”, Pepe Bablé y los suyos aceptaron la distinción dedicándosela, además, “y especialmente, a todos los titiriteros y titiriteras de España por trabajar para que el títere tenga mayor y mejor consideración y logre ubicarse en el lugar que se merece en las artes escénicas. Va por todos ellos”, culminó el también histórico director del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, FIT de Cádiz, que fue Premio Max en el año 2000.
La compañía de títeres de La Tía Norica de Cádiz constituye uno de los ejemplos vivos de teatro popular más antiguos de España. Desde 1815 sus textos, estilos y técnicas de representación se han transmitido de generación en generación y han evolucionado a lo largo de la historia, convirtiéndose en uno de los canales de expresión de la idiosincrasia de Cádiz.
Se pone en valor “la excepcionalidad” de que una compañía sea símbolo de una ciudad