Embajadores de Cádiz
● La ciudad debe reconocer la trayectoria y el éxito de la banda del Rosario concediéndole la Medalla de Oro ● Nuevo jaleo a la vista entre una hermandad y su director espiritual
PRIMERA premisa. Para la ciudad es un fracaso que una de sus mejores armas cofradieras apenas tenga presencia en la Semana Santa. Es un fracaso que en apenas seis años la banda del Rosario haya pasado de salir tres días a estar presente solo uno (y de momento). Pero superado este arrebato talibán, hay que aplaudir a la formación de cornetas y tambores y sentirse orgulloso al conocer la noticia de su tercer contrato en la Semana Santa de Sevilla, al cerrar un acuerdo con La Exaltación para el Jueves Santo.
En estos momentos de éxito, conviene escuchar al bueno de Manolo Bernal contando cómo fue aquella locura, hace ya más de un cuarto de siglo, de fundar una banda de cornetas y tambores de la que adolecía Cádiz. Y como desde esos inicios en Telegrafía Sin Hilos la formación ha ido evolucionando, superando dificultades y madurando hasta llegar a este mayo de 2023 en el que ha visto ratificada la rendición de Sevilla a su calidad, su personalidad y su rotunda sonoridad.
Rosario se ha abierto camino en Sevilla por méritos propios, y venciendo los chovinismos que también existen en una ciudad, capital de Andalucía, que hasta 2017 se resistía a contratar bandas de fuera para los pasos de Cristo y de misterio. Y ese éxito que confirman los tres contratos en esa Semana Santa para 2024 se repite en cada concierto, cada procesión extraordinaria y cada contrato que requiere la participación de la banda del Rosario.
Más de un cuarto de siglo después y en plena nube de éxito que deseamos no se desinfle nunca, sorprende que la ciudad siga ajena a lo que se mueve en torno a la
Sorprende que la ciudad siga ajena a lo que se mueve en torno a la banda del Rosario
banda del Rosario, auténtica embajadora de Cádiz. Por desgracia, no es nada habitual que el mundo cofrade gaditano sea conocido y reconocido más allá de Cortadura, y el caso de Rosario es una de las escasísimas excepciones que bien merecen la concesión de la Medalla de Oro que el Ayuntamiento debía conceder sin más dilación a esta banda que es todo un orgullo para cualquier gaditano.