El príncipe Enrique restaña heridas de casa
● Carlos III recibe el apoyo de su díscolo hijo menor al saber de su operación quirúrgica
Los Sussex también se ponen en contacto con los príncipes de Gales
La familia real británica pasa por unas semanas de preocupación ante las operaciones quirúrgicas que obligan a los matrimonios de los reyes y de los príncipes a estar fuera de sus obligaciones durante un tiempo indeterminado.
El rey Carlos III estaría ya a punto de ingresar en el quirófano para tratar un tumor en la próstata, un agrandamiento de la glándula que a sus 75 años es una dolencia común. El monarca quiere dar ejemplo con su intervención planificada aunque su convalecencia no va a ser tan rápido como preveía. El momento y el lugar en que será operado se mantiene en secreto. A su lado estará la reina Camila.
Quien tiene anulada su agenda de compromisos es el príncipe de Gales. Guillermo de Inglaterra está centrado en su mujer, Catalina, que fue asistida la semana pasada de una intervención en el abdomen. En esta caso la baja va a ser más prolongada. Kate Middleton estará ingresada en The Clinic, en el barrio londinense de Marylebone, hasta la semana próxima y su baja será como mínimo hasta Semana Santa. Esta intervención ha avivado la preocupación en la opinión pública ya que existe un total hermetismo sobre su evolución aunque se ha descartado que haya sido por un cáncer.
En este panorama de bajas importantes el consejo real se convierte en la comisión que estará alerta ante posibles crisis institucionales y representaciones en estas semanas de paréntesis. La princesa Ana, hermana de Carlos III, se convierte en la figura principal, junto a su hermano menor Eduardo, duque de Edimburgo, con Andrés de Inglaterra apartado.
Quien también está fuera del juego es el príncipe Enrique, hermano menor de Guillermo de Inglaterra. Junto a su mujer, Meghan Markle, renunciaron a principios
de 2020 a las obligaciones de la casa real y residen en la localidad californiana de Montecito.
La situación entre Enrique y su familia ha sido distante. Aún más cuando el pasado año publicó su libro de memorias En la sombra, donde relató sus enfrentamientos con el hermano mayor. Con motivo de la coronación de Carlos III en mayo se fueron restañando algunas rencillas.
El duque de Sussex y su esposa han enviado distintos mensajes de afecto y ánimo tanto hacia el rey como hacia la princesa de Gales, según han publicado medios británicos a través de fuentes de palacio.
El rotativo The Mirror ha señalado que tanto Carlos III como Catalina “han recibido el cariño del príncipe Harry y Meghan con respecto a su salud”. Ambos han trasladado sus ánimos tanto a través de mensajes personajes como comunicados enviados a los palacios de Buckingham y de Kensington.
Los reveses de salud en la familia real británica van a ser motivos para unir a sus miembros y rebajar las rencillas.