CUARTOS DE FINAL
Comparsa. Cádiz
Los sacrificaos.
Jonathan Pérez Alberto Domínguez Peones en un
Ginel. Gómez. tablero de ajedrez.
Un viejo tablero en el que los peones se sacrifican por mantener los privilegios de sus superiores. La comparsa del Jona sigue con su camino con una idea potente y redonda en su desarrollo tanto en la presentación como en el popurrí por su enorme componente crítico. Una firmeza en lo ya conocido que solo se traslada a medias en las letras de estreno en cuartos, el momento de la verdadera pelea. Más allá de la intención crítica que tiene, no convence mucho el enfoque del primer pasodoble al usar como recurso la amnistía para hablar de los problemas de Andalucía, sobre todo por la mezcla de competencias y responsabilidades en la gestión al hablar de este asunto. Una serie de temas como la sanidad pública, los barcos sin faenar, el campo sin agua por la falta de trasvases o la incomunicación de la provincia de Cádiz que tienen el objetivo de llegar al remate sobre la potencia de Andalucía con sus 61 diputados para “agarrar por los huevos a España”. Mejor tanto en intención como en desarrollo la segunda letra, en la que como millennials dan consejos a las actuales generaciones de jóvenes. Con la visión de quien tuvo que cargar con la losa de nini y vago, piden que se quieran y no tengan miedo a estrellarse. Sentencian
con un tema de actualidad al decir que el fracaso en la vida llega cuando “otro chaval se ha suicidado”. Entran bastante bien los dos cuplés, con el denominador común de dónde van a meter las croquetas, ya que en el primero meten en el congelador papeles con los nombres de los que no les caen bien para alinear los chakras y en el segundo tienen muchos juguetes sexuales en la mesa de noche.