Siempre llegamos tarde
Hace unos días escribí al Diario sobre “una persona que estaba frente al Colegio de la Compañía de María, de San Fernando, viviendo al aire libre”. Las condiciones en que estaba dicha persona, tapada con mantas, trapos, cartones y llena de enseres alrededor, me dió mucha pena, sobre todo por las condiciones meteorológicas que se preveían para estos días.
Pensaba que no era muy ejemplarizante ni para los niños pequeños que pasaban por allí para ir al colegio con sus madres, ni para nadie, y que les impactaría el ver esa situación.
Así mismo me enteré que la ONG ‘Calor en la noche’ les ofrecía a estas personas bebidas y comidas calientes y también les informaban que podían pasar las noches en la Asociación San Vicente de Paúl, creo que gestionada por el Ayuntamiento actualmente. Tampoco sé si existen normas para estos casos, que aunque no las pude encontrar, supongo que sí pero, esas normas, a la vista del tiempo que llevaba esta persona allí, no debían ser muy eficaces.
Hace dos días, esta persona desapareció y yo pensé más vale tarde que nunca, y que por fin habían solucionado el problema de alguna forma.
Cual fué mi sorpresa que, al comentar, en la puerta del colegio, el que ya no estaba acampado allí la persona en cuestión, me dijeron que una madre lo había denunciado a la Policía porque vió a esta persona masturbándose delante de unos niños y por lo visto no tardaron ni dos segundos en retirarla de allí y limpiar toda la basura que había dejado. Realmente y lo confieso, desapareció instantáneamente la pena que se sentía por esta persona al enterarme del ‘por qué’ se le había desalojado de allí.
La conclusión que he sacado de este hecho es, que las normas, si las hay, no se aplican al momento y que hay que darles siempre un resguardo a estas personas. También me pregunto: ¿Tiene que ocurrir éste motivo, en este caso, para que se solucione el problema?. Y aunque sea una conjetura: ¿Cuántas veces, esta persona, lo habrá hecho a lo largo del tiempo que ha estado acampado allí al aire libre?.
Creo que ha habido dejadez y sigue habiéndola por parte de las autoridades competentes, pues de la misma forma que se ha solucionado el problema ahora, se podía haber solucionado hace casi dos meses, sin tener que haber ocurrido algo peor, como así ha sido. Por eso digo que “Siempre se llega tarde”.
Florita Ruiz
(Correo)