Tampoco el Miércoles Santo: otro día sin cofradías Arturo Rivera
La lluvia afectó también a esta jornada en 2019. Y también en 2013 y en 2008
● Gran Poder y Vera Cruz suspendieron sus salidas con horas de antelación ante la amenaza de lluvia para toda la jornada ● Servitas optó también por no salir a la calle pasadas las seis de la tarde
AL Miércoles Santo no se le fue mucho mejor en esta Semana Santa insólita que ayer sumó en La Isla una nueva jornada truncada por la amenaza de la lluvia. Y no hubo que esperar demasiado para conocer esas noticias que nadie quería escuchar. Tanto Gran Poder como Vera Cruz informaron ya en torno a las tres de la tarde de la decisión adoptada por sus juntas de gobierno, que optaron por suspender sus salidas procesionales ante los pronósticos del tiempo que señalaban lluvia segura para toda la tarde y toda la noche. No se quiso esperar hasta el último momento ni recurrir a las posibles prórrogas en busca de un resquicio. Ambas cofradías lo tuvieron muy claro desde primera hora de la tarde, tanto que quisieron ahorrar a sus hermanos de fila el trance de acudir vestidos de nazarenos hasta el templo o de tener que formar el cortejo en el exterior de la iglesia bajo un posible chaparrón. Servitas, por su parte, informó de la suspensión de la salida en torno a las seis de la tarde, tras la misa que la Orden celebra con antelación a la procesión.
La Semana Santa de San Fernando más inusual de las últimas décadas –a excepción del obligado paréntesis de la pandemia– alcanzó así su ecuador en una jornada que de nuevo se vio marcada por la incertidumbre y que llegó además con el regusto amargo que dejó un frustrado Martes Santo, en el que la amenaza del agua llevó a las tres hermandades del día a suspender su salida procesional. El Miércoles se convertía así en el tercer día de la Semana Santa afectado por una adversa climatología que se ha hecho omnipresente en estos días y que hasta ahora solo las cofradías del Lunes Santo han conseguido sortear, aunque no sin pasar antes por el particular calvario que supone una jornada de tensión, de retrasos y de recortes generalizados en los recorridos procesionales.
El año pasado, además, esta tarde de la Semana Santa isleña se vio afectada también por un fuerte temporal de Levante que, aunque no llegó a impedir que sus hermandades procesionaran, deslució sobremanera la jornada. Y no hay que remontarse demasiado atrás en el tiempo para encontrarse con otro Miércoles Santo lluvioso ya que en 2019, justo antes de los dos años de obligado paréntesis que supuso la pandemia, las tres cofradías del día se vieron obligadas a suspender las salidas por el mal tiempo, como pasó también en 2013 y 2008.
La Isla, sin embargo, confió durante toda la mañana –en la que no cayó ni una gota de agua e incluso llegó a lucir el sol hasta primeras horas de la tarde– en una nueva tregua que pudiera llevar a repetir lo que ocurrió el pasado Lunes Santo, en el que todas las cofradías pudieron procesionar aprovechando unas horas de margen. Pero esta vez no hubo suerte.
Según el parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), había un 100% de posibilidades de precipitaciones débiles durante la tarde y la noche con rachas de viento que podrían llegar hasta los 58 kilómetros por hora conforme avanzara la jornada. Así que desde temprano fue un día muy complicado en el interior de los templos.
Sin embargo, las primeras decisiones de las juntas de gobierno esta vez no se hicieron esperar. En torno a las tres de la tarde y casi de manera simultánea tanto Vera Cruz como Gran Poder notificaron a través de sus canales oficia
les que sus juntas de gobierno habían decidido suspender sus salidas procesionales.
La primera hermandad del día en salir era la del Gran Poder, que tenía previsto echarse a la calle a las 16.50 horas desde la parroquia de la Bazán. Y, precisamente, era la cofradía que lo tenía más difícil en esta jornada habida cuenta de su largo recorrido y de las muchas horas que se lleva en la calle.
Ante la previsión de lluvia, su junta de gobierno optó por suspender la salida procesional “debido
a la inestabilidad del tiempo y a las altas previsiones de lluvia de esta noche”.
La cofradía, que tenía citados a los hermanos para formar el cortejo a partir de las 15.30 horas, dio a conocer la decisión casi dos horas antes de la salida ante la certeza que transmitían los partes meteorológicos para la tarde y la noche. De esta forma, se avisó a los hermanos cn antelación para que no tuvieran que acudir a la iglesia vistiendo la túnica de la hermandad y para no tener que formar el cortejo en el exterior del templo bajo la amenaza de un aguacero.
La iglesia de la Sagrada Familia, no obstante, abrió sus puertas desde antes de las 18.00 hasta las 20.00 horas para que se pudieran visitar a los titulares en sus pasos procesionales. De hecho, la junta de gobierno informó incluso a través de redes sociales de los actos que se celebraron en el interior de la parroquia de la Sagrada Familia, que incluyeron marchas de la agrupación musical Ecce Mater, que iba a acompañar a la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y la actuación de los coros Virgen del Carmen y de la peña cultural carnavalesca El Plumero. Precisamente, un fuerte chaparrón arreció cuando los músicos de Ecce Mater se disponían a entrar en el templo para interpretar varias marchas, lo que hizo que se adelantara la apertura de puertas.
Y casi al mismo tiempo que Gran Poder –hasta cuatro horas antes de la salida– la hermandad de la Vera Cruz informó también de la suspensión de la salida procesional que tenía previsto realizar desde su capilla de la calle Patrona a partir de las siete.
La decisión, explicó la junta en un comunicado oficial, “se comunica con antelación suficiente a causa de la complicada logística que rodea la organización del cortejo, evitando de esta forma situaciones desagradables en el exterior del templo”.
Del mismo modo, apuntaba la junta de la Vera Cruz, la suspensión de la salida ante las previsiones de lluvia “se toma desde el mayor de los respetos, teniendo siempre presente la responsabilidad del cuidado del patrimonio tanto humano como material de la hermandad”.
La junta invitó a los hermanos de fila a acudir a la capilla “sin túnica y con papeleta de sitio” a las 18.00 horas para rezar la estación menor ante el Santísimo media hora más tarde. A las 19.00 se abrieron las puertas en la calle Patrona para que fieles, devotos, vecinos e isleños en general pudieran acudir a ver a los titulares de este señera corporación. La capilla estuvo abierta hasta las 22.00.
“Elevamos nuestras oraciones en forma de acción de gracias a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por los dones recibidos en una época en la que se intensifica la necesidad de la lluvia, aún más si cabe en nuestra querida Andalucía”, señaló también la cofradía en un comunicado en el que aludió así también a la situación de grave sequía que afecta a la comunidad.
Así que, a esas horas tan tempranas, solo quedaba la Orden Seglar de los Siervos de María, los Servitas, por tomar una decisión con respecto al Miércoles Santo. Pero tampoco se hizo de rogar. Poco después de las seis de la tarde informaba también de la suspensión de la salida. Los hermanos rezaron la corona dolorosa en el interior del templo y, posteriormente, se procedió a la apertura de puertas de la Iglesia Mayor. El paso de la Virgen de los Dolores se ubicó en la nave central ante el presbiterio y a sus pies se colocó el crucificado de la Buena Muerte brindando una estampa bellísima. Además, las luces del templo se apagaron para crear un clima de absoluto recogimiento.
Vera Cruz recordó la sequía y pidió que se rezara para dar las gracias por la lluvia
La Iglesia Mayor abrió sus puertas después del rezo de la corona dolorosa de los Servitas