Miércoles Santo en el interior del templo
● Tal y como se preveía, las condiciones meteorológicas impidieron la salida del Medinaceli
La mañana se presentaba fría y lluviosa en Chiclana y por todas partes no se comentaba otra cosa que de lo sucedido el día anterior con El Amor y Afligidos, que dejó a todos con una sensación agridulce. En lo que sí se coincidía plenamente es en que, llegados este momento, se está ante una de las Semanas Santas más inciertas, meteorológicamente hablando, que se recuerdan. De tal manera que los chiclaneros se preparaban para vivir un Miércoles Santo de nuevo pendientes del cielo, debido a unas malas previsiones meteorológicas que condicionaban otra vez la jornada.
A las siete, hora de la salida de la Venerable Esclavitud y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (vulgo Medinaceli) y María Santísima de los Dolores, un viento frío soplaba con fuerza y la amenaza de lluvia era muy seria. El tiempo parecía que no iba a tener clemencia con esta popular y querida cofradía. Fue entonces cuando su hermano mayor, José Manuel Carmona, anunciaba la decisión de la junta de gobierno, reunida previamente, de suspender el desfile procesional, una medida que fue recibida por un aplauso de los hermanos y costaleros que se encontraban en la Parroquia de San Juan Bautista. Carmona explicó que se había tomado este acuerdo ante las últimas previsiones meteorológicas que incluían borrascas.
“Hay que tener los pies en la tierra y el corazón con los titulares y los hermanos”, dijo al argumentar esta medida, para añadir que “debemos defender este patrimonio y la restauración de la Virgen de los Dolores de cualquier eventualidad que puede ocurrir”, palabras que fueron recibidas también con una fuerte ovación.
Tras el triste desenlace, se celebró la Estación de Penitencia y se abrieron las puertas de la iglesia para que los chiclaneros pudieran visitar a sus titulares. Estos respondieron de manera inmediata abarrotando el templo.
A continuación, los presentes pudieron vivir un momento de gran emoción, cuando la Banda de Cornetas y Tambores de la Fundación Zoilo Ruiz Mateos y la Banda Municipal Maestro Enrique Montero de Chiclana, que debían acompañar al Cristo y a la Virgen, respectivamente, interpretaron diversas marchas procesionales.
“Hay que tener los pies en la tierra y el corazón con los titulares y los hermanos”