El instituto La Algaida se convierte en una ciudad del medievo
● El centro ha vuelto a crear un proyecto educativo en el que se ha involucrado toda la comunidad
El IES LA Algaida, en la barriada Río San Pedro de Puerto Real, cumplirá pronto 25 años pero este viernes le cayeron encima y de golpe varios siglos más de historia. El centro se convirtió en un auténtico pueblo del medievo gracias a una iniciativa cultural y educativa que tuvo su puesta de largo ayer, pero que llevan preparando desde el mes de septiembre
El reto ha sido complicado. Cambiar el hormigón por el estilo medieval y convertir los pasillos del instituto en el interior de un castillo, con sus mazmorras, capillas, vidrieras… “Cómo se puede ver, nos gustan los retos”, decía el director del centro, Juan Carlos Domínguez, convertido en el mago Merlín.
La ‘Feria Medieval del Señorío de La Algaida’ es el proyecto transversal en el que el centro se ha volcado este año. Del mismo modo que el pasado curso organizaron el ‘Congreso de Historia del Río San Pedro’, este año académico han encontrado en el medievo el eje que articula el proyecto curricular. Así, todos los departamentos del centro de Secundaria han participado de un modo u otro. El de Tecnología ha diseñado y construido una espada Excalibur, el de Historia ha reproducido azulejos nazaríes de Medina Azahara, el de Ciencias
La Asociación Fénix colaboró en la cita con distintas propuestas y juegos de rol en vivo
ha elaborado pócimas y el de Lengua talleres de copistas y manuscritos. Y así, más de 20 propuestas que también han contado con la ayuda de la Asociación Cultural Fénix.
Esta entidad, que preside Juan Rosendo, realizó una exhibición de justas medievales y, entre otras muchas propuestas, animó a los jóvenes a participar en juegos de rol en vivo. “La mayoría de eventos en los que participamos tienen un aspecto lúdico y de ocio, por eso nos encanta cuando llega al ámbito educativo como es el caso de hoy, y participamos con un enfoque más didáctico”, explicó Rosendo.
En el proyecto se ha volcado toda la comunidad educativa, y también la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, la AMPA ‘Ribera del Río’. Ellos fueron quienes montaron una taberna, donde ofrecieron dulces artesanos y fruta a los alumnos.
“¿Por qué hacemos esto? Para darle la vuelta al sistema educativo”, argumentó el director del centro. “Hay una constatación que es que los alumnos de 12 a 14 años no pueden estar seis horas en una silla sin moverse. Lo que buscamos son alumnos críticos, activos y emprendedores, que sean capaces de hacer cosas. Y para eso es fundamental crear talleres que sean la práctica de la teoría que también aprenden y que ellos sean protagonistas de su propio aprendizaje”, explicó Domínguez.
El éxito de esta jornada anima al centro a seguir trabajando en este camino, y ya empiezan a dar vueltas al tema que van a elegir para el próximo curso.