Entre la necesidad y la ilusión
● El conjunto amarillo recibe al gigante azulgrana con la máxima motivación y la urgencia de una victoria en casa en su desesperada contienda por eludir el descenso
El Cádiz CF afronta el sábado 13 su primer partido del mes de abril en plena carrera a la desesperada por la permanencia. Tiene por delante una de esas citas atractivas que dan todo el sentido a su querencia por la Primera División. Se mide nada menos que a todo un Barcelona que se presenta en el estadio Nuevo Mirandilla (a partir de las nueve de la noche) en su mejor momento de la temporada, eso sí, con numerosas ausencias en medio de la eliminatoria de cuartos de final de la ‘Champions’ frente el PSG que ejerce como bocadillo del choque encuadrado dentro de la 31ª jornada de Liga.
Si el conjunto amarillo quiere recibir al mismo adversario la próxima campaña, está llamado a superar el desafío contra la lógica que supone tumbar a uno de los gigantes del balompié español. Si lo ha hecho varias veces a lo largo de su historia, ¿por qué no una vez más?
La peligrosa situación en la clasificación aboca al Cádiz CF a tirar de épica en un envite con una doble motivación. Por un lado, la imperiosa necesidad de sumar para dar un paso más hacia la salvación. La enorme entidad de un adversario que supone un estímulo añadido.
La realidad no es la más deseada, pero aún hay tiempo de transformarla. El cuadro gaditano encadena doce capítulos consecutivos ubicado en zona de descenso mientras pasan las semanas y el margen de error es cada vez más reducido por no decir que es nulo. Los 25 puntos de los locales, en la 18ª posición, frente a los 67 de los visitantes, en la segunda, es sólo una de las incontables muestras de la sideral diferencia entre el modesto que pelea por sobrevivir en la élite y el grande que apura sus opciones por el título liguero.
Lo normal es una victoria del poderoso, aunque los anfitriones están dispuestos a romper los pronósticos con el apoyo de una afición que llenará las gradas del antiguo Carranza.
La fortaleza en casa es clave para optar a un resultado exitoso que pasa por la solidez colectiva de un equipo que debe rayar la perfección y que además el rival no tenga su día. La fiabilidad del sistema defensivo y el acierto en ataque se antojan funda
mentales en una noche de primavera que puede ser especial. Se trata de aguantar las acometidas de los azulgranas (la posesión será de los visitantes la mayor parte del tiempo) e intentar que se sientan incómodos. ¿Cómo? Sobre todo hacerles correr hacia atrás.
Mauricio Pellegrino tiene un bloque definido sujeto a algunas modificaciones en función del contrincante y el sistema que pueda emplear. Las principales incógnitas de la alineación son quién ocupará la plaza del lesionado Kouamé en la media, la composición del centro de la zaga (Ouosu, Fali y Víctor Chust se repartirán las dos plazas) y el acompañante de Juanmi en punta.