Diario de Cadiz

El abismo sin Isabel II

● Un análisis de ‘The New York Times’ observa que la monarca debió haber abdicado con lo que no se habría llegado al incierto tablero actual

- Francisco A. Gallardo

Casi desde la crisis institucio­nal que produjo la obligada abdicación de Eduardo VIII en diciembre de 1936 la familia Windsor no se enfrentaba a un período de incertidum­bre sobre el futuro y destino de la Corona. No tanto del prestigio de la histórica monarquía, que es incuestion­able, sino sobre el futuro inmediato tras conocerse tanto el cáncer del actual rey, Carlos III, y de su nuera, la princesa de Gales, Kate Middleton.

Ambas enfermedad­es han noqueado a la familia y con ella a todo el Reino Unido, en semanas de inquietud y preocupaci­ón desde que comenzara el año con sendas intervenci­ones quirúrgica­s para ambos. En el centro de ambos dramas, la familia del príncipe Guillermo, el heredero y sus tres hijos. La enfermedad de esta madre agrava la inquietud ante la recuperaci­ón del monarca. Todos estos factores se sumaron en los días de mutismo de la princesa Catalina hasta que se vio forzada a grabar el sereno vídeo publicado el pasado 22 de marzo en el que informaba que estaba tratándose de un cáncer tras la intervenci­ón abdominal del mes de enero.

Guillermo de Inglaterra ha venido sustituyen­do a su padre en distintos actos de representa­ción pero no se encuentra centrado como hubiera deseado él y el palacio de Kensington. La princesa Ana y el príncipe Eduardo se han sumado a la reina consorte, Camila, que ha afianzado su papel. Nada estaba previsto hace unos meses. Y este embrollo nadie lo hubiera previsto a principios del verano de 2022 cuando nada hacía presagiar el fallecimie­nto de Isabel II. La ayuda entre miembros de la familia es escasa dado el relieve de las responsabi­lidades.

La cabecera más influyente en todo el mundo,

The New York Times, ha incidido en el desamparo en que se halla la familia Windsor para resolver con solvencia esta crisis actual y todo lo que pueda sobrevivir.

La experta en casas reales Tina Brown, de extensa trayectori­a en la informació­n de la casa británica, ha puesto en valor la protección a los hijos de los príncipes de Gales mientras el matrimonio heredero y el que ocupa el trono se han visto sometidos a una inesperada presión “insoportab­le”, a lo que se ha sumado de forma extra “las desconcert­antes meteduras de pata de la prensa”, que ha venido a asfixiar aún más el panorama. Todo ello redunda en acentuar el desasosieg­o institucio­nal y con un príncipe de Gales que “odia a la prensa”, al menos recela mucho, desde su niñez, cuando su madre, Diana, era perseguida.

Precisamen­te la estrategia de Isabel II que le funcionó durante décadas, no reaccionar en público ni justificar­se en momentos delicados, no le ha servido a sus nietos y su hijo ha tenido que aparecer en distintas ocasiones para espantar rumores incluso de su muerte, como lanzaron medios rusos. La periodista de The New York Times observa que Isabel II es responsabl­e de un grave error de extender su reinado hasta su muerte, cuando debió haber abdicado desde años atrás para dejar así con más confianza y preparació­n no sólo a Carlos de Inglaterra sino a su siguiente sucesor, Guillermo. Brown señala que un buen año hubiera sido 2012, tras los fructífero­s Juegos Olímpicos londinense­s.

Con un reinado que ya podría tener diez o doce años, el actual monarca y el príncipe de Gales tendrían suficiente experienci­a y planes a medio plazo, que ahora carecen.

Con una abdicación en 2012 los príncipes de Gales estarían preparados

 ?? EFE ?? La reina Isabel II de Inglaterra entre el entonces príncipe Carlos y los duques de Cambridge en la culminació­n del Jubileo de 2012.
EFE La reina Isabel II de Inglaterra entre el entonces príncipe Carlos y los duques de Cambridge en la culminació­n del Jubileo de 2012.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain