Las dudas acechan a las pruebas contra Daniel Sancho
Tras el paréntesis por las fiestas de año nuevo en Tailandia, en el tribunal de Koh Samui se reanudaba en este miércoles el juicio sobre el asesinato del colombiano Edwin Arrieta, muerte de que se confesó su autor el español Daniel Sancho, cuya defensa esgrime que fue en defensa propia tras una discusión violenta. Al no aparecer el torso del fallecido, tras haberlo descuartizado Sancho, los forenses no han podido aclarar las causas concretas del fallecimiento de Arrieta en agosto de 2023 en Koh Phangan, donde se había encontrado con su amigo madrileño.
En este jueves pasaban por la sala miembros de las fuerzas de seguridad que detuvieron e interrogaron al hijo del actor Rodolfo Sancho, presente junto a la madre del acusado, Silvia
Bronchalo, a lo largo de estos días. En total son seis policías, los se encargaron de recoger y analizar los rastros de sangre o las pruebas de ADN, entre ellos la capitán Ajari Achariyakachon, del centro de análisis biológicos y de ADN de la provincia de sureña de Yalal. La fiscalía ha aportado datos del desarrollo del juicio, con el respaldo de juez que dirige la causa que había pedido total mutismo sobre lo que está sucediendo de puertas para adentro.
Entre los que testificaron ayer se hallaba agentes de la comisaría de Phangan, donde se produjo el suceso el 2 de agosto y donde Sancho fue detenido tres días después tras confesar, aunque más tarde ante el juez se declaró no culpable.
Uno de los argumentos de la defensa de Sancho estriba en las posibles irregularidades cometidas durante la investigación, en el que Sancho supuestamente no dispuso de abogado y no se le comunicó claramente su condición de sospechoso mientras era interrogado. Hoy viernes acuden al respecto otros siete agentes para aclarar las circunstancias de la detención e investigación.