La plaza de El Polvorista, la guinda del ‘Pasillo Amable’
● La unión del Teatro Municipal con este emblemático parque ajardinado modifica el planteamiento urbanístico del centro y podría relanzar el papel cultural del conjunto
Después de largos meses de obras, el proyecto ‘Ciudad Amable’ ha entrado en su última fase. La intervención urbanística ha servido para modificar el acerado y la calzada de un buen número de calles del casco histórico, elevándolas respecto a su cota original y poniéndolas a nivel para crear un pasillo semipeatonal entre la zona de las bodegas (Campo de Guía) y la calle Ganado y el centro, en especial las calles Luna y Misericordia, que se peatonalizaron hace años con un proyecto de urbanismo comercial. El proceso de reurbanización, cuyas obras dieron comienzo en junio de 2023 con una inversión de 800.000 euros procedentes en su totalidad de fondos europeos, se ha desarrollado en cinco fases, cuatro de las cuales ya han concluido, a falta de algunos detalles. Las obras están a cargo de la empresa Conacón.
Su impacto y los cambios que ha introducido en el centro urbano son tangibles, y quizás el más notable a primera vista es que ha despejado de vehículos distintos viales donde antes se podía estacionar.
Durante el proceso de reurbanización, se ha cambiado la fisionomía de varias plazas, como uno de los laterales de la plaza del Castillo y la plaza Juan de la Cosa en su totalidad, donde la tendencia ha sido la ampliación de las aceras, la supresión de los aparcamientos y la reducción de la calzada para el paso de vehículos, ya que uno de los objetivos de ‘Pasillo Amable’ es precisamente facilitar el tránsito peatonal de los visitantes, para conseguir lo que en algún momento explicó un conocido e influyente empresario hotelero, que aseguraba que El Puerto sería realmente una ciudad turística el día en que grandes grupos de japoneses traídos por touroperadores recorrieran sus calles, como ocurre en algunas capitales. Con el proyecto ‘Ciudad Amable’, sin duda, este anhelo parece más cercano, según se puede observar en la amplitud para recorrerlos a pie que han ganado los espacios de uso público incluidos en el proyecto.
En esa línea, el proyecto ha sido de utilidad también para reformar la Plaza del Polvorista, integrándola en el conjunto urbano y facilitando el paso peatonal, como nexo de unión entre Campo de Guía-crevillet y el centro de El Puerto, aunque restringiendo severamente el tráfico de vehículos.
Si bien durante la mayor parte de los 11 meses que vienen durando las obras de Pasillo Amable la plaza se ha destinado como lugar de acopio de materiales y de apoyo a las obras y a sus técnicos y operarios, ha sido en estas últimas semanas cuando le ha tocado el turno a este emblemático espacio público, han desaparecido los materiales apilados y contenedores que impedían una visión completa del conjunto y se está acelerando la intervención en ella.
La plaza de El Polvorista es el espacio más importante afectado por el proyecto y viene a ser la guinda de un pastel que aunque se está tardando en cocinar ya está produciendo cambios notables en varios niveles.
A lo largo de la historia, el solar de la plaza de El Polvorista fue lugar de celebración de grandes
eventos festivos, religiosos, militares e incluso taurinos. Con el traslado del Ayuntamiento, ya en la etapa democrática, al Palacio de Imblusqueta, donde se ha mantenido el área de Medio Ambiente, se transformó en el centro de acontecimientos políticos y populares, e incluso de protestas y manifestaciones, como la que se vivió para pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA. Ese papel lo ha perdido a raíz del traslado del Ayuntamiento a la Plaza Isaac Peral.
Además, se trata de un espacio rodeado en tres de sus cuatro lados por grandes edificios, antiguos palacios de Cargadores a Indias, de gran valor patrimonial: el propio Palacio de Imblusqueta, el Palacio de Vizarrón (Casa de las Cadenas), que fue alojamiento ocasional de la Corte y del Rey Felipe V y está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y la casa-palacio de Roque Aguado. Estos últimos han sido rehabilitados recientemente por una entidad bancaria y su completa recuperación podría acelerarse con la reforma de la plaza y su entorno.
También se conserva en el lateral oeste de la plaza, el antiguo Cuartel de Caballería, construido en el siglo XVIII, reconvertido en el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca, inaugurado en 2007 y que a fecha de hoy es el mayor edificio de dinamización cultural en El Puerto.
Precisamente, la reforma de El Polvorista ha servido para conectar el teatro municipal con la plaza, haciendo peatonal todo el frente de la fachada principal del edificio, que ha quedado vetado al tráfico de vehículos.
Este cambio, quizás el más importante de todo el proyecto, servirá sin duda para relanzar el papel cultural del conjunto, lo que permitirá crear sinergias con facilidad, aunque ha tenido como contrapartida el cierre al tráfico de la que ha sido la principal vía de entrada al centro y a la calle Larga, haciendo más complicado desplazarse en automóvil por la zona.
En esta fase final de las obras de ‘Ciudad Amable’ ya se está instalando la jardinería y algunos arboles nuevos en El Polvorista, que ha perdido en estos meses varios ejemplares adultos. Se ha modificado el diseño de las zonas de jardín, donde se plantará césped, y se ha enlosado la plaza con un grueso pavimento color albero. Paralelamente, se está sustituyendo el mobiliario urbano, con la instalación de bancos de hormigón, de un aspecto algo frío e impersonal en un entorno arquitectónico tan atractivo por su carga histórico-artística.
A la vez, se están renovando las luminarias, se ha procedido a pintar la fuente central, que se conserva, y han adecentado el busto dedicado al poeta Rafael Alberti. La jardinería mantiene aún un aspecto caótico, ya que están trabajando en ella, y se irá definiendo en los próximos días, en los que se completará la reforma de la emblemática plaza.
Se está sustituyendo el mobiliario urbano y se han iniciado trabajos en la jardinería y el arbolado