Más difícil todavía para el Cádiz
● El empate ante el Betis deja a Las Palmas, enemigo por la permanencia y próximo rival de los gaditanos en el Nuevo Mirandilla, a un punto de conseguir asegurar su salvación
Las Palmas y Betis igualaron en el Estadio de Gran Canaria (2-2) en un precioso partido, de ida y vuelta especialmente en la segunda parte, y que deriva en un premio insuficiente para ambos equipos en sus respectivos objetivos de asegurar la permanencia y una plaza en Europa.
Este marcador no es bueno para el Cádiz, ya que recibe al conjunto canario sabiendo que éste tiene dos jornadas para sumar el punto que le da la permanencia. La salvación del Cádiz se complica un poco más y las miradas apuntan al Celta y al Mallorca.
Los primeros minutos ya fueron de un ritmo vertiginoso y la amenaza de ambos equipos llegó por las respectivas bandas izquierdas de sus ataques.
Aitor Ruibal, una de las cuatro novedades de Pellegrini en el equipo titular, sufrió mucho con Sandro, y un error suyo en un pase atrás dejó solo a Munir, pero Rui Silva rechazó el disparo del hispano-marroquí en el minuto 12.
El Betis perdió a Guido Rodríguez por una lesión muscular, y después a Isco Alarcón cuando el malagueño presionaba a Saúl Coco y el central canario, cuando iba a despejar el balón, golpeó el talón izquierdo de su rival.
Entre ambas lesiones, llegaron los dos goles del primer tiempo. El Betis se adelantó en el marcador, tras un primer rechace de Álvaro Valles a tiro de Abde, y posterior centro de Abner Vinícius que Mika Mármol desvió hacia su portería.
Sin embargo, poco duró la ventaja verdiblanca: Marc Roca despejó con la cabeza una peligrosa falta de Sandro Ramírez, pero se quedó enganchado en la salida y habilitó a Álex Suárez, quien recibió de Moleiro y batió a Rui Silva en su segundo intento, tras un primer tiro rechazado por el guardameta portugués.
La lesión de Isco, especialmente, hizo mucho daño a un Betis que ya no volvió a amenazar más en ataque, y sufrió en defensa.
Antes del descanso, los locales pidieron penalti por una entrada de Ruibal a Sandro que el equipo arbitral no consideró punible, en otra internada por la izquierda donde el lateral catalán se vio desbordado, con la amenaza además de estar amonestado.
Su cambio estaba cantado, y la segunda parte la inició Bellerín. Y ese comienzo no pudo ser para el Betis, que volvió a aprovecharse de una tibia defensa local. Abner Vinícius centró con comodidad desde la izquierda y Ayoze Pérez remató de forma inverosímil, con el muslo derecho, para colocar el balón en la red.
El Betis se volvía a examinar con su segunda ventaja de la tarde, que de nuevo dejó escapar. Los verdiblancos no supieron abrir brecha en el marcador y acabaron pagándolo. Un pase filtrado de Loiodice dejó a Moleiro solo ante Rui Silva y el tinerfeño batió al portugués por bajo (2-2).
Con el partido descosido, el susto de un posible penalti planeó sobre el estadio en el 74’ con una falta que lanzó Fekir y golpeó en la mano de Álex Suárez. Tras revisar la jugada en el monitor, Iglesias Villanueva decidió que no era pena máxima.
Las Palmas se libró de un tercer golpe y tenía el partido donde quería, en un ida y vuelta en el que finalmente no hubo ganador, y no por falta de ocasiones, incluso en el tiempo de prolongación.
Álvaro Valles salvó un mano a mano ante Abde en el minuto 94, y en la última jugada del partido, el gaditano Pejiño falló otra clarísima, con su pierna zurda, enviando el balón al poste, una jugada que impide a Las Palmas asegurar la permanencia matemática, que buscará en Cádiz el próximo domingo ante el rival que marca la zona de descenso.