Diario de Jerez

Logran regenerar la piel de una víctima de la explosión de un hotel en Tarifa

La Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío logra regenerar la piel de un joven herido en la explosión del hotel 100%Fun de Tarifa gracias a la ingeniería médica

- Carlos Rocha

El pasado verano, como todos desde que tiene 16 años, Francisco Fernández se quedó sin vacaciones por trabajar. Dejó para después del calor las prácticas de su máster en Asesoría Fiscal porque las temporadas altas no están mal pagadas en el sector hotelero, y menos en Tarifa. El pasado verano, como en los siete anteriores, Fernández estuvo en el hotel 100% Fun, frente a la playa de Valdevaque­ros, hasta que el 5 de agosto un transforma­dor eléctrico explotó. Los ocho trabajador­es del hotel que estaban cenando en el patio anexo quedaron expuestos a una bola de fuego. Dos murieron y los otros seis sufrieron quemaduras en gran parte de su cuerpo.

Un año y dos días después contó su historia acompañado por el doctor Tomás Gómez Cía, jefe de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Él es quien ha acompañado a Fernández en una larga travesía de trece operacione­s para recuperar el 75% de la piel que acabó destrozada por las llamas. “Son pacientes complejos. Consumen al día las mismas calorías que un corredor del Tour”, explicó ayer Gómez Cía, que también aludió al riesgo de infección y a la dificultad para regenerar el tejido.

El doctor del Virgen del Rocío y su equipo –que son unidad de referencia para estos casos a nivel nacional– utilizan varias técnicas con los grandes quemados. La primera es el autoinjert­o de piel del paciente, que “se puede hacer varias veces”, pero es difícil en víctimas con más del 50% de su piel dañada. Entonces entran en juego los “sustitutiv­os cutáneos”, uno de los cuales es una piel sintética “parecida al plástico” y que sirve como solución temporal.

Lo mismo ocurre con la piel de un donante cadáver, que “es de la máxima calidad posible”, pero es rechazada por el cuerpo del paciente en “dos o tres semanas”. En los primeros seis meses de 2018, el Banco Andaluz de Piel –con sede en Córdoba y con instalacio­nes en Sevilla– ha recibido 63.973 centímetro­s cuadrados tejido en 31 donaciones. Ocho pacientes han recibido injertos con esta piel desde principios de año y entre ellos se encuentra Francisco Fernández, que pasó por su última intervenci­ón –en el dedo meñique de su mano derecha– en marzo.

“Tengo claro que cuando llegue el momento voy a donar lo que

pueda”, anunció el joven tarifeño antes de pedir a las familias que se animen a donar los órganos y tejidos de sus allegados fallecidos. El coordinado­r de Trasplante­s del Servicio Andaluz de Salud, Juan José Egea, reconoció que hay reticencia­s a la hora de donar tejidos como la piel. “Tratamos el cuerpo con el máximo respeto para que no se note desde fuera”, afirmó Egea.

Para lograrlo, se retira el tejido de los miembros inferiores e incluso se salvaguard­an los tatuajes. Sólo se descartan los donantes con algún tipo de infección o con la piel “erosionada”, detalló el responsabl­e regional de trasplante­s después de explicar que incluso se pueden utilizar pieles tatuadas, ya que el uso de piel de donante cadáver es temporal.

Por ese motivo es necesaria una solución definitiva en las víctimas de grandes quemados que, como Francisco Fernández, tenían afectada más de la mitad de su superficie corporal y, por lo tanto, no pueden curarse sólo con autoinjert­os. Las dos manos y el brazo derecho del joven tarifeño quedaron regenerada­s con su propia piel, pero sus miembros inferiores necesitaro­n

injertos de piel autóloga, generada con ingeniería tisular en el hospital Virgen de las Nieves de Granada. “No es la misma piel, pero funciona”, aseguró ayer el doctor Gómez Cía. Fue él quien explicó cómo “a partir de una pequeña biopsia” de piel con una superficie menor a un DNI se puede lograr un metro cuadrado de piel en varias semanas. “No hay ningún otro centro en España que haga esto”, sentenció el médico.

Gracias a esta tecnología puntera y al Banco de Piel que dirige en Córdoba Rafael Villalba, el joven tarifeño víctima de la def lagración pudo ayer contar que, con mucha rehabilita­ción, su nueva piel va adquiriend­o una flexibilid­ad que cada vez se acerca más a la que tenía antes del 5 de agosto de 2017. Todavía

se medica para paliar los picores y el dolor que aún sufre. También recibe tratamient­o psicológic­o, pero es el ejemplo de que la solidarida­d puede salvar vidas. Este año no vuelve al hotel, pero retoma su vida poco a poco, como los 3.429 pacientes que han recibido un implante de tejidos para mejorar su calidad de vida.

La consejera de Salud, Marina Álvarez, presentó ayer los datos semestrale­s de trasplante­s de órganos, pero hizo especial hincapié en las donaciones de tejidos, como la piel, las córneas, huesos y tendones e incluso válvulas, arterias y venas. En este primer semestre se han registrado 132 donaciones de este tipo, 32 de las cuales sólo fueron de tejidos y el resto combinada con órganos.

Tomás Gómez Cía Médico del Virgen del Rocío Los grandes quemados consumen al día las mismas calorías que un ciclista del Tour”

 ?? M. G. ?? Marina Álvarez (segunda por la izquierda) con Francisco Fernández (segundo por la derecha) acompañado­s de los responsabl­es regionales de trasplante­s.
M. G. Marina Álvarez (segunda por la izquierda) con Francisco Fernández (segundo por la derecha) acompañado­s de los responsabl­es regionales de trasplante­s.

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