El Gobierno abordará en septiembre la regulación de los pisos turísticos
Pretende acotar la definición de este tipo de alojamientos en la Ley de Arrendamientos Urbanos Ve posible crear un registro único de viviendas para que sea más fácil gestionar el fenómeno
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo abordará la regulación del alquiler vacacional en septiembre, cuando eche a andar el grupo de trabajo acordado con las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial y en el que se dará voz a plataformas como Airbnb o Home Away, con el objetivo de establecer unas líneas maestras generales que arrojen luz a la maraña normativa actual sobre viviendas de uso turístico.
La titular de Turismo, Reyes Maroto, asegura que ya se está revisando toda la normativa existente sobre viviendas de uso turístico, incluidos los decretos autonómicos, para “tratar de encajar la definición de vivienda turística”. Eso conllevará algunos cambios en la normativa estatal sobre arrendamiento.
“Nos hemos dado un margen este año en el que yo creo que podemos tener realmente perfilados cuáles van a ser los cambios y llevarlos al Parlamento para que puedan ser aprobados”, afirmó Maroto en una entrevista concedida a Europa Press.
La ministra, que deja claro que son las comunidades autónomas las competentes para regular en esta materia desde 2013, subraya también la importancia del grupo interministerial creado por el Gobierno para reorientar la política de vivienda y del alquiler, del que formará parte el Ministerio que encabeza, ante el auge de este modelo de alojamiento y su impacto en el sector.
El Gobierno quiere acotar la definición de arrendamiento de temporada en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que vincula el alquiler de viviendas vacacionales y apartamentos a la legislación turística de las autonomías. Sólo se aplica este régimen si no hay una norma autonómica.
La titular de Turismo espera que el grupo de trabajo creado en paralelo por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) –que acaba de impugnar las ordenanzas de ciudades como Madrid, Bilbao y San Sebastián– contribuya a unificar criterios.
Maroto, además, ve viable “un registro único” de pisos turísticos con los datos aportados por las regiones, para ofrecer una imagen real de su impacto en el turismo, algo que ya han pedido algunas plataformas. “Queremos trabajar con las comunidades autónomas para un registro único de forma que ellas, que son las competentes, nos transfieran datos para poder contar con información de este fenómeno y valorar su evolución. Al ser por código postal podemos tener muy identificadas su número en toda España y en cada comunidad para poder actuar”, afirma Maroto, que apunta que no todas establecen como requisito obligatorio su registro.
El Ayuntamiento de Madrid ha reclamado competencias sobre viviendas turísticas por entender que es un fenómeno urbano como los VTC y una mayor autonomía fiscal para implantar una tasa en la capital, que la Comunidad rechaza. “Será la Comunidad la que tendrá que decidir si le da o no las competencias”, apunta Maroto al respecto.
Sobre si está a favor de impuestos que contribuyan a reinvertir en el sector y apoyar a destinos maduros y zonas masificadas, Maroto asegura que el Gobierno “no tiene en su hoja de ruta en este momento la fiscalidad en materia de turismo”.
Cuestionada por las nuevas obligaciones fiscales con Hacienda para plataformas de alquiler vacacional y propietarios –que tendrán que informar de su actividad desde enero– Maroto afirma que se trabaja en mejorar el modelo, “no sólo para su identificación y ver qué servicios dan, cuál debe ser la ocupación y los días en el mercado, sino cuánto se paga por un servicio que al final está generando rendimientos económicos”.
Maroto subraya que el reto es posicionarse en un mercado de calidad, que “con las viviendas turísticas ha bajado un poquito porque no dan el mismo servicio que el mercado regulado”. “Tenemos que garantizar que la experiencia en la vivienda turística es igual de buena que si se viniera a un hotel y eso es importante gestionarlo”, defendió
España recibirá 84 millones de visitantes en 2018, un año que será
Un grupo de trabajo de las autonomías dará forma a los cambios; las plataformas tendrán voz
“excepcional como lo fue 2017” pero “hay que gestionar muy bien los flujos”, advierte Maroto, que aboga por incrementar la estancia media y captar nuevos nichos de mercado en el Pacífico, donde será clave su visita a China en octubre. Además, Turismo vigila la caída de visitantes británicos y alemanes, que atribuye más a la recuperación de otros destinos que al Brexit.
Para ello, trabaja por la diversificación de los destinos. “Estamos diseñando con Turespaña una campaña que puede ser otra mirada a España, porque el turismo de interior está creciendo”.