El Rey avala la vigencia de la Constitución
Defiende la diversidad territorial contra los mensajes antiautonómicos
Felipe VI avala la vigencia de la Constitución y su adaptación a los nuevos tiempos Los ex presidentes del Gobierno y los ‘padres’ de la Carta Magna vivos se suman a la conmemoración
El Rey reivindicó ayer la “plena vigencia” de los ideales consagrados en la Constitución, sin desvirtuarlos y sin “suprimir la diversidad territorial”, si bien animó a adaptar la vigente “manera de hacer” a “una España abierta a los cambios”, con espíritu “crítico pero siempre constructivo”.
Felipe VI y la reina Letizia, acompañados por la princesa Leonor y la infanta Sofía, presidieron en el Congreso la solemne sesión conmemorativa del 40 aniversario de la Constitución, una ceremonia a la que asistió el rey Juan Carlos con doña Sofía, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, cuando se celebraron los cuarenta años de las primeras elecciones democráticas.
Ejerció como anfitriona la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien, en su alocución previa al discurso del Monarca, hizo un llamamiento a todos los españoles para renovar el “gran pacto constitucional” en el día en el que se cumplen 40 años de la Constitución de 1978, una Carta Magna que, recordó no es un “candado”, ya que se puede mejorar y “admite reformas”.
A las habituales ausencias de ERC, PDeCAT, PNV y EH-Bildu, se sumaron las de los representantes de Compromís y En Comú Podem, mientras que sí acudió el resto de parlamentarios de Unidos Podemos –incluidos los de IU, que llevaban siete años sin asistir–, quienes exhibían distintivos a favor de la República y han sido los únicos que no aplaudieron a Felipe VI ni a don Juan Carlos.
Desde la tribuna de oradores, don Felipe subrayó que “la democracia está firme y plenamente consolidada” y defendió la “estructura territorial” amparada por la Carta Magna, por haber consolidado la más “profunda descentralización del poder político” de la Historia de España, con un “reconocimiento y protección de nuestras lenguas, tradiciones, culturas e instituciones”.
En todo caso, la España de hoy es “muy diferente de la de aquel 6 de diciembre de 1978” y “a lo largo de todos estos años se han producido en nuestro país equivocaciones, errores e insuficiencias”, precisó el Jefe del Estado, quien alertó de la necesidad de “seguir construyendo”, desde las respectivas responsabilidades, “una España en vanguardia, moderna y renovada”.
“Una España abierta a los cam-
bios que nuestra sociedad y, especialmente, las jóvenes generaciones merecen”, continuó el Monarca, antes de reivindicar la vigencia de ideales y valores como “la vocación de integración, respetando nuestras diferencias y nuestra diversidad”, ya que esta vocación “no supone uniformidad ni negar la pluralidad”.
En su largo discurso, plagado de citas y elogios a los ponentes de la Constitución, don Felipe, que se despidió con un “muchas gracias” en las distintas lenguas cooficiales, alabó también a sus padres por el papel desempeñado en el proceso de democratización, momento en que don Juan Carlos recibió junto a doña Sofía, visiblemente emocionado, la ovación del hemiciclo.
Por su parte, Pastor apeló a la “prudencia” y la “sabiduría” de los constituyentes, porque, avisó, ninguna Constitución debería reformarse “con menos acuerdo del que la creó”, y proclamó: “Hoy es el momento de que todos los españoles renovemos este gran Pacto Constitucional. Es lo que el pueblo español demanda a sus representantes”.
La presidenta del Congreso destacó la “capacidad de renuncia y de transacción” en aras del acuerdo que permitió alumbrar aquella Carta Magna después de décadas de dictadura, una Constitución que definió como “la de la integración, la de la generosidad, la del patriotismo. La Constitución del consenso”.
Por eso, no cree que deba hacerse “tabla rasa” con lo hecho en el pasado, porque todos los gobiernos han contribuido a la Historia de España “en una suma constante”, creando una “innegable estabilidad” que es necesario “preservar” y de la que hay que estar orgullosos sin caer, eso sí, en el “triunfalismo”.
Los tres ponentes constitucionales y los ex presidentes de Gobierno Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy compartieron con los reyes Juan Carlos y Sofía el lugar de honor reservado para ellos en el centro del hemiciclo durante esta ceremonia, a la que asistió todo el Ejecutivo salvo la ministra Reyes Maroto, así como once líderes autonómicos.
Rajoy, el presidente destronado por una moción de censura hace tan solo seis meses, no ocultó su satisfacción al ver cómo políticos, periodistas e invitados hacían cola para saludarle y decirle, como han hecho muchos, lo que le echan de menos.
En el cóctel posterior al acto de conmemoración del cuarenta aniversario de la Constitución, Rajoy cobró protagonismo, viendo cómo se agolpaban unos y otros a su alrededor para saludarlo, hacerse una foto o darle mensajes de cariño.
El ex presidente, con muy buena cara y afable con todos, comentaba a los periodistas que lo suyo ahora es el derecho mercantil, y tuvo que repetir una y otra vez, ante la insistencia de la prensa, que no pensaba hablar de nada.
Ni de Andalucía, ni de Vox, ni de su sucesor al frente del PP, Pablo Casado. De nada. Su única declaración política de ayer fue el tuit con el que abogó por seguir apostando por “la convivencia la tolerancia y la concordia”.
La vicesecretaria general del PSOE y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, invitó al resto de partidos a que “se sumen a la necesaria reforma” de la Constitución, que los socialistas llevan proponiendo desde hace un lustro.
El líder del PP, Pablo Casado, afirmó por su parte que su partido utilizará su “mayoría de bloqueo” en el Congreso y su mayoría absoluta en el Senado para evitar cualquier reforma constitucional que se plantee ahora “más por agenda propia” que por necesidad para España.
Rajoy se convirtió en otro protagonista de la jornada por su reciente ‘destronamiento’ Ana Pastor Presidenta del Congreso Es el momento de que todos los españoles renovemos este gran pacto constitucional”