La izquierda francesa reta al Gobierno con una moción de censura
● Comercios y museos cerrarán en París ante la convocatoria de una nueva protesta masiva
Los partidos de izquierda en el Parlamento francés presentarán el lunes una moción de censura contra el Gobierno por su gestión de la crisis de los chalecos amarillos y para presentar que “otra vía es posible”.
Según anunció el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, la moción de censura tiene el respaldo de La Francia Insumisa –la izquierda radical– y del Partido Comunista, aunque desean que otros grupos se sumen a su iniciativa en la Asamblea Nacional.
En declaraciones a la prensa, Faure explicó que los tres grupos van a “buscar que en los próximos días se amplíe el marco” de los partidos que se sumen a la moción, que tiene escasas opciones de prosperar debido a la cómoda mayoría absoluta de la que dispone el partido gubernamental, La República En Marcha (LREM).
Consciente de ello, el líder socialista se preguntó: “¿Para qué sirve? Para demostrar que otra vía es posible (...) Hay una finalidad común, que la fiscalidad sea más justa”. Los diputados deberán votar en la asamblea la moción de censura al menos 48 horas después de su presentación, prevista para el lunes.
“Vemos claramente que hay un Gobierno que va directo contra la pared y que mantiene la misma lógica política. Nuestra responsabilidad colectiva es detener esto y asegurarnos de que cambiamos de Gobierno, y por tanto de política”, señaló por su lado Ugo Bernalicis, diputado de La Francia Insumisa.
Para el representante izquierdista, si los políticos no encauzan el malestar “llegará el desorden”, por lo que “hay medios institucionales para actuar, para que el Parlamento actúe”.
Todo esto sucede mientras Francia se prepara nuevamente para un fin de semana de protestas masivas. Diversos museos parisinos, la ópera y muchos comercios en el entorno de los Campos Elíseos cerrarán mañana como medida de seguridad debido a la nueva manifestación del movimiento de los chalecos amarillos, que el Gobierno teme que pueda derivar en disturbios de “gran violencia”.
El Grand Palais y el Petit Palais de París, ubicados en los aledaños de la avenida de los Campos Elíseos, epicentro de la protesta, serán dos de las instituciones culturales que permanecerán cerradas. Igual se procederá con el Museo del Hombre, el Palacio de Chaillot y la Ciudad de la Arquitectura y del Patrimonio, todos ellos en torno a Trocadero –frente a la Torre Eiffel–. También cerrarán sus puertas las dos sedes de la Ópera de París, la del Palacio Garnier y la Plaza de la Bastilla.
El Ayuntamiento de la capital difundirá hoy la lista de otros centros y monumentos que no abrirán en la víspera de una manifestación que el pasado sábado provocó daños por un valor de entre tres y cuatro millones de euros en la ciudad.
La Policía de París recomendó a los comerciantes de la zona de los Campos Elíseos, que incluye tanto esa avenida como las calles adyacentes, que cierren sus puertas y accesos. El aviso insta además a proteger los establecimientos de eventuales daños, con paneles en los escaparates o a recoger sus terrazas y todo objeto vulnerable.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, dijo que se van a movilizar “medios excepcionales”. Hay 65.000 miembros de las fuerzas de seguridad desplegadas en todo el país, explicó el jefe de Gobierno, que reiteró el llamamiento a los chalecos amarillos a que se manifiesten en la capital para evitar ser instrumentalizados por los violentos.