LEONORISTA
A Lprincipio se trataba de algo así como un placer culpable. Ahora se ha convertido en placer. Simple y llanamente. Haber seguido con fidelidad las cerca de 283 entregas que se han emitido de Audiencia abierta, espacio dedicado al seguimiento de las actividades de la jefatura del Estado, me ha dado no poca cultura democrática y un conocimiento exhaustivo acerca de las cuestiones de protocolo.
Lo mejor de Audiencia abierta es lo que tiene de Boyhood ,la cinta de Richard Linklater en la que veíamos crecer a su protagonista desde los 6 hasta los 18 años. Sin trampa ni cartón. Del mismo modo vamos a asistir a la transformación de niña a mujer de la princesa Leonor, que entre 2018 y 2025 pasará de los trece a los veinte años.
Y en paralelo a ella, toda la historia de España. Toda nuestra historia. Solamente por eso ya merecerá la pena asomarnos a este diario familiar que es Audiencia abierta, donde el personaje de Leonor va a crecer con más y más presencia a medida que avancen temporadas.
Hoy por hoy, no imagino a un jefe del Estado tan neutral, tan ecuánime en su papel de árbitro, como a Felipe VI. Haber seguido entrega a entrega todo lo que nos han contado en Audiencia abierta ha contribuido a esto. Me dirán que se trata de un programa propagandista, de sesgo ¿Y cuál no lo es? Les respondería.
La labor de Miguel Ángel Sacaluga, su director, no ha sido la de anular zonas oscuras, sino la de exponer con mesura las posturas de los distintos partidos ante la Corona. Y Marisa Aeropagita, Pepa Sastre, Cándida Godoy, entre otras, han contado el día a día de nuestros reyes. Afrontando una agenda inmensa. Que no está de más recordar tras el Día de la Constitución.
‘Audiencia abierta’ nos muestra en La 1 un jefe de Estado neutral, ecuánime