“YA NO QUIERO VIVIR EN LA VORÁGINE COMO TANTOS AÑOS”
La periodista y presentadora Isabel Gemio (Alburquerque, Badajoz, 1961) estuvo en Sevilla para presentar el libro dedicado a su hijo, que sufre una enfermedad incurable
de Esfera de Libros). Después de tantos años trabajando (empezó a los 16) confiesa que está disfrutando de las pequeñas cosas que llenan tanto (“ya no quiero vivir en la vorágine como he vivido tantos años en mi carrera, sin tiempo para mí ni para mis hijos”) y de incentivar la investigación de la distrofia muscular y otras enfermedades raras desde la Fundación que lleva su nombre. –¿Por qué negarles el sexo a las personas con diversidad funcional o con alguna discapacidad? La discapacidad no implica ausencia de deseo. No entiendo ese tabú. Es negarle otro derecho, otra libertad al ser humano. Que se profesionalice la asistencia sexual a estas personas para que sea seria, regulada.. No estamos hablando de prostitución.
–¿Dónde se puede obtener esa asistencia sexual?
–En Barcelona y en Madrid ya existen terapeutas sexuales. Pero eso tendría que estar regulado por la sanidad pública. Las personas con discapacidad piensan en el sexo y sienten deseo. Negarlo es añadirles otro problema más al que ya tienen.
–¿Qué proyectos de investigación tiene en marcha su fundación?
–Tenemos seis en marcha y estamos a punto de firmar el séptimo con el doctor Antiñolo, del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. En enero, en colaboración con la Fundación Cajasol, estaremos ahí. Me hace mucha ilusión abrir por fin un proyecto de investigación en Andalucía. En el libro doy datos de lo que se ha avanzado en veinte años desde que se investigan estas enfermedades. Hoy hay tratamientos que no existían hace diez años, ensayos clínicos que no existían hace cinco, medicamentos huérfanos que no existían hasta no hace demasiado tiempo. Cada vez se acorta más el tiempo de obtener el diagnóstico. Todo eso es gracias a la investigación. Nuestra fundación está poniendo su granito de arena y contribuyendo a un bien común para todos.