El pulso final fue blanco
Un palmeo de Randolph sobre la bocina dio el triunfo
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, dio descanso a Campazzo y Taylor. Prepelic dirigió al equipo en los descansos de Sergio Llull y se le siguió viendo incómodo en el puesto. En el tercer cuarto apenas hubo cambios. El Madrid llevó una mínima iniciativa en el marcador, pero el equipo aragonés volvió a igualar la apuesta ofensiva y el tercer acto finalizó con un ajustado 76-74. Ayón y Causeur volvieron a ser el sostén de los locales, sin cambios de juego ni velocidad, mientras que Seibutis y Nacho Martín lo fueron en el cuadro maño, que no se arrugó en el intercambio de canastas.
En el cuarto decisivo, el Madrid intentó despegarse en el marcador (83-79), pero la falta de acierto en muchos tiros liberados, pro- blemas puntuales de rebote defensivo y la ausencia de vértigo en los aragoneses volvieron a propiciar la igualdad (8383). Dos robos consecutivos del equipo rojillo y sendos contraataques pusieron el 85-89 encendiendo las alarmas de un Real Madrid sin poder de reacción. Volvió Ayón y el campeón de Liga despertó (93-89) con un 8-0 de parcial en dos minutos. A 33 segundos para el final Seibutis clavó un triple frontal para empatar 94-94. Ni a Llull ni a Okoye les tembló el brazo, 96-96 y en el último ataque el base balear volvió a asumir la responsabilidad y entró a canasta, Randolph palmeó en el último suspiro y el Real Madrid se llevó la victoria por 98-96.