La angustiosa búsqueda de Yulen
Los equipos de rescate abren tres vías para intentar llegar al niño caído a un estrecho pozo
Más de 36 horas después de que la familia asegurara que Yulen, de 2 años, había caído por un pozo de 110 metros en la zona del Dolmen del Cerro de la Corona, en el municipio malagueño de Totalán, pero la Guardia Civil sigue sin divisar ningún rastro.
Hasta ahora, una cámara sólo ha permitido visualizar en el interior del orificio una bolsa de chucherías y un vaso. Los efectivos siguen trabajando contra reloj para localizar al pequeño, que en el momento en el que ocurrieron los hechos estaba con su familia pasando la jornada.
Ayer fueron tres las fórmulas que el dispositivo de rescate contemplaba para tratar de acceder al niño después de haberse topado con una “zona dura” que complica las tareas. Una de las soluciones pasaba por seguir extrayendo la tierra que obstruye el acceso y, para ello, esperaban la llegada de un camión provisto de dicho sistema específico.
Ayer también se aguardaba la llegada de topógrafos que determinaran el terreno predominante en la zona. La otra solución manejada era cavar un pozo paralelo para procurar llegar hasta el fondo, ya que la estrechez de la boca que tiene el orificio en el que Yulen se precipitó –de unos 25 centímetros– impide el acceso a una persona adulta.
Hacer una excavación a cielo abierto desde el lateral de la montaña era la tercera vía que se planteaba el operativo, que forman efectivos de los Bomberos de Málaga, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y Local y de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias.
El primer paso, en cualquiera de los casos, consistía en entubar el pozo en el que cayó el menor, según los padres, a fin de protegerlo y evitar posibles desprendimientos. “El problema es que sigue cayendo material, se compacta, es húmedo y la zona es fría. No es fácil seguir rastreando”, se lamentó la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez.
La Guardia Civil informó de que hasta ayer habían conseguido efectuar una perforación de unos 30 centímetros del tapón de tierra que bloquea la entrada a unos 73 metros.
La prioridad, según subrayó el portavoz de la Benemérita en Málaga es la “búsqueda, localización y rescate del niño”, por lo que, destacó, su idea es no cesar los trabajos “hasta el momento en que lo localicemos y rescatemos”. No hay, por ende, ninguna investigación abierta, dado que la prioridad es hallar al menor.
En la misma línea se pronunció la subdelegada del Gobierno, quien reconoció que “nadie está preparado exactamente para un rescate en estas condiciones”, al tiempo que indicó que en todo momento la idea es “conservar el hueco por donde se debe rescatar”.
Gámez hizo hincapié en el deber de ser precavido, ya que no se intenta llegar sino también conservar el hueco en la zona que se pueda rescatar: “No hemos desechado ninguna alternativa. Se analizan todas las posibles opciones y secuencialmente se prueban, dentro de lo menos agresiva para tener todo el cuidado posible”, detalló.
Asimismo, Gámez insistió en todo el esfuerzo que se está invirtiendo en la actuación. “No faltan ni medios humanos ni técnicos de lo que sepamos disponible”, afirmó la subdelegada.
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