Diario de Jerez

Solari sale vencedor de su revolución

- Roberto Morales (Efe)

un nuevo sistema y por los jóvenes

El Real Madrid venció al Real Betis en el Benito Villamarín gracias a la personalid­ad de Dani Ceballos, una revolución de la que salió vencedor Santi Solari, con un triunfo sin posesión, añorando la influencia de Benzema y con el encomiable esfuerzo de Vinicius.

1. LA PERSONALID­AD DE DANI CEBALLOS

Había sido suplente en un día especial para él por el regreso a la que fue su casa, el Benito Villamarín. El recibimien­to fue hostil y jugó con sentimient­os encontrado­s ante el dolor que le causaron los silbidos y el rechazo de su antigua afición. Nada le impidió dar un paso al frente en un momento clave del partido, con una falta al borde del área que pidió al capitán Sergio Ramos mostrando personalid­ad. Lo habían hablado. Conocían de la selección a Pau. Estaba convencido de hacer gol antes de chutar y se convirtió en el héroe del partido.

2. REVOLUCIÓN DE SOLARI DE LA QUE SALIÓ GANADOR

Se la jugó Solari con decisiones que le habrían pasado factura en caso de no ganar. Con la plaga de bajas que sufría, hasta ocho, decidió dejar sin minutos a Marcelo, por su estado físico, y a Isco, en el capítulo definitivo de una ruptura con difícil arreglo. Apostó por cambiar el dibujo, pasando a línea de cinco en defensa con tres centrales. Modificó la identidad de su equipo, que pasó a defender mejor, no tener despistes que le costaban caros y conceder muy pocas ocasiones al rival. Desde la firmeza defensiva creyó en sus opciones de aprovechar alguna ocasión. Lo hizo con Modric, perdonó la más clara Valverde y sentenció a balón parado Ceballos. El físico mejoró y el sacrificio de un equipo unido ante la adversidad.

3. LA LESIÓN DE BENZEMA

Era el único integrante del tridente ofensivo del Real Madrid que estaba sobre el césped y se tuvo que retirar en el descanso. Un pisotón involuntar­io le fracturó el dedo meñique de su mano derecha. Le fue imposible continuar y el Madrid perdió a su referencia. Hasta ese momento había sido clave fijando defensas rivales, pidiendo el balón, manteniénd­olo y jugándolo con calidad, dejando movimiento­s inteligent­es que dieron sentido a los pocos momentos de posesión y de fase ofensiva. Sin nadie ofensivo de la primera plantilla en el banquillo Solari recurrió al canterano Cristo y su poder de influencia en el juego no fue el mismo. Lo acusó el conjunto madridista en el segundo acto, encerrado en su terreno de juego.

4. EL ESFUERZO DE VINICIUS

Lanzado en su momento en el Real Madrid tras meses preparándo­se para ello, nada frena al brasileño. Le dio igual que llegase muy justo al partido por una gripe que le impidió entrenar los dos últimos días. Se esperaba que jugase una parte y acabó disputando el partido entero, con Solari entregándo­le la responsabi­lidad en ataque y Vinicius respondien­do con actitud siempre, acciones en las que siempre buscó el gol aunque le faltase puntería. El ataque con el que acabó buscando el triunfo tras el empate, ViniciusBr­ahim-Cristo, plasma el momento por el que atraviesa una plantilla atacada por las lesiones.

5. TRIUNFO SIN POSESIÓN

El cambio de imagen del Real Madrid le alejó de una caracterís­tica de sus últimos años, el gusto por tener el balón. Desde hace ocho años, ante el Barcelona de Pep Guardiola, no perdía por tanta diferencia la posesión del balón con un rival. Tan sólo tuvo un 27%, se defendió más que atacó y el gran mérito fue que salió vencedor del duelo conquistan­do tres puntos muy importante­s en su lucha por no quedar definitiva­mente descolgado de la pelea de la cabeza. Descartado Isco, jugador que habría cambiado el panorama y podría dar más tranquilid­ad durmiendo el balón con su calidad cuando el Real Madrid ganaba, apenas Modric, siempre encimado por varios rivales, fue capaz de retener el esférico hasta la ayuda en los minutos finales de Ceballos. La idea de Solari fue otra, ser vertical y directo. Le salió bien.

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