La bola mágica de un tierno mago
Diego Lainez ya disfruta del reconfortante calor que jamás languidece, el de la afición bética. El chico está ansioso por debutar y podría hacerlo en San Sebastián. Ayer parecía usar el balón como una suerte de bola mágica en la que trataba de adivinar su futuro. Mucha suerte, cuate.